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Mamma mia!!! Comer italiano en Barcelona

Tanto grandes firmas procedentes de multinacionales como restauradores independientes, apuestan por el restaurante italiano. Según la Cámara Italiana de Comercio, Barcelona cuenta en la actualidad con más de 120 restaurantes de cocina temática especializada italiana y por lo menos 20 tiendas de productos gourmet italianos. La ciudad alberga tanto establecimientos ya convertidos en clásicos, como novedosas y, casi siempre, poco arriesgadas fórmulas hosteleras basadas en la cocina del país de la bota. En lo italiano se sigue llevando el estilo trattoria y pizzería, no en vano, para alta cocina o fórmulas premium ya están los propios cocineros locales. Sin embargo, y según la responsable de comunicación de la Cámara Italiana de Comercio en Barcelona, “es difícil encontrar una imagen y calidad uniforme: en la oferta de restauración hay que distinguir entre restaurantes especializados en cocina temática italiana y restaurantes que ofrecen una cocina auténtica, utilizando productos de excelencia y D.O.P. o D.O.C y recetas típicas regionales italianas”.

Otra particularidad de estos restaurantes es que suelen saber hacer patria. No son pocas las ocasiones que participan conjuntamente en jornadas gastronómicas para ensalzar las cualidades de algún producto de su país. La más reciente se celebró durante el pasado mes de marzo bajo el nombre de “La primavera del Gorgonzola”, en la que participaron una docena de restaurantes y otra media de tiendas de productos gourmet.

Aquí, una selección de los establecimientos de cocina italiana que mejor funcionan y con más trayectoria en la Ciudad Condal.

Isabella’s (Ganduxer, 50. De 20 a 30 €)
Isabella’s es uno de los últimos en incorporarse y de los más exitosos. Se considera uno de los restaurantes más trenddies de la ciudad. El local es el resultado de un grupo de amigos interesados en la cocina y en el ocio nocturno, y encabezados por Isabella Haseltine, una relaciones públicas que ha sabido trasladar su don de gentes al local. Al frente de la cocina, Andrea Fioravanti, un chef con un largo recorrido por otros locales barceloneses como el hotel Juan Carlos I, el Alimara, el Barcelona Center o Lord Byron, en Roma. Él es el responsable de una cocina sencilla y de mercado, pero con algunos toques de demuestran que está al día de las últimas tendencias y técnicas culinarias.

El local, ubicado en la zona alta de la ciudad (Sarrià), tiene una decoración con una fuerte personalidad (claramente Flea Market Style), un espacio que quiere emular un salón de casa, con sillas y mesas de los años 60 de diferentes formas y estilos, velas y candelabros, espejos y objetos de porcelana, jarrones antiguos con flores naturales y cortinas de terciopelo.

Xemei (Paseo de la Exposición, 85. De 30 a 50€)
Es una de las ofertas más exitosas de cocina italiana de Barcelona. El restaurante, ubicado en el popular barrio de Poble Sec (junto al Paralelo), está siempre abarrotado (sólo 20 plazas en el interior, más terraza) en parte, gracias al don de gentes de sus propietarios, Massimo y Stéfano Colombo. El establecimiento, de decoración sencilla (típica de las trattorias más caseras), invita a devorar casi de una tongada las especialidades de su escueta carta, un menú que cambian a diario y que se nutre de recetas venecianas relacionadas con los mariscos y los pescados del día. Raciones generosas en platos de pasta y en segundos. Su exitosa fórmula impulsó a estos gemelos (xemei, en italiano) a abrir otro espacio de tapeo junto a su restaurante.

Piazze d’Italia (Casanova, 94. De 30 a 50€)
Uno de los clásicos (con más de 16 años de trayectoria) y más estables de la ciudad. Nicola Marino es el propietario de este local en el que se profesa una cocina de alta calidad culinaria, donde lo único que se fusiona es la tradición y la vanguardia, porque en lo culinario, se puede decir que es cien por cien italiano. En este establecimiento se vanaglorian de las materias primas italianas de gran calidad. Adscrito a las asociaciones Arris Gourmet (de la cual Marino es cofundador), y Ciao Italia, en Piazze d’Italia se subraya por encima de todo la autenticidad de sus especialidades culinarias, basadas sobre todo en la cocina de la Campania.

I Buoni Amici (Casanovas, 193. De 25 a 40€)
Otro de los italianos convertidos ya en clásicos de la ciudad es el restaurante que regenta Daviano Neri, toda una personalidad entre la población italiana residente en Barcelona. Daviano Neri lleva décadas difundiendo los beneficios de la auténtica cocina italiana, y una década (en 2010 celebró su 10º aniversario) regentando I Bouni Amici. Aquí elabora una cocina del Trivenetto (Trentino, Friuli y Venetto) también basada en la utilización de productos de la tierra. Como uno de los responsables de la asociación Arris Gourmet, Daviano Neri logra hacerse con auténticos tesoros gastronómicos que luego transforma en deliciosos a la par que sencillos platos italianos. Y hablando de platos, su gran particularidad es que, como buen amigo de sus amigos que es, de las paredes de su local cuelgan más de 200 platos firmados y dedicados por sus amigos. Ellos dejaron sus huellas en allí y en la carta, ya que ésta se nutre de especialidades basadas en los gustos de sus clientes.

Tramonti 1980 (Diagonal, 501. De 30 a 50€)
Posiblemente sea el restaurante italiano pionero en Barcelona. Los hermanos Giuliano y Franco Lombardo abrieron este restaurante en 1980, como su nombre indica, y desde entonces se han ganado una fama bien merecida. La suya es una apuesta clásica y sin filigranas, de cocina de la Liguria, basada en un hermanamiento de los productos del mar y de la montaña, que se elabora con escasos y sabrosos ingredientes. Su carta, casi inamovible en décadas, está organizada como las típicas trattorias italianas: antipasti, paste, risotti, pesce, carne, formaggi… Además de la afición a la trufa y a otros productos selectos, Tramonti presenta algunas especialidades muy curiosas, como la pasta con liebre.

Melton (Muntaner, 189. De 30 a 50€)
Elegante incluso en la cocina. Daniele Moretti sigue manteniendo la buena fama de su cocina romana después de casi una década de trayectoria. Este chef ofrece platos sin excesivas florituras, pero alejados de la cocina italiana convencional, como la melanzanna alla parmiggiana, el carpaccio de ciervo con salsa de aceituna, los agnolotti con salvia y parmiggiano, risottos espectaculares como el de calabaza y cordero, o el tartare de atún al punto.

Da Greco (Paseo de Gracia, 116. De 20 a 30€)
El romano Tony Greco y su esposa Claudia Ramari mantienen fieles a sus adictos clientes gracias a una conjugación ideal: lujosa decoración de su local (casi parece una galería de antigüedades) y cocina sencilla a precios muy competitivos. Tony Greco, colaborador de conocidas firmas de pasta fresca, no elabora una cocina sofisticada, sino todo lo contrario. Grandes raciones de pasta cocinada en las propias salsas suele ser su fórmula más practicada. Cabe destacar también en su carta algunas concesiones a la cocina más elaborada, como el roast beaf neoyorkino (un guiño a su paso por la ciudad norteamericana).

JIsabel Acevedo

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