Según le ha comentado Miguel Ángel Oroquieta, socio director de T4 Franquicias a Restauración News, en lo que respecta al sector hostelero este año, el 2017 “se presenta con un gran optimismo tanto en aquellos modelos que operan bajo el sistema de franquicia como aquellos que lo hacen de manera independiente”.
Porque, como explica el directivo, durante 2016 se esperaba un crecimiento algo superior “que no se confirmó en su totalidad por la incertidumbre política, que no frenó tanto el consumo, como las inversiones. Este año se espera que se recupere el terreno perdido y que el crecimiento sea superior al del ejercicio pasado, pero tampoco de una manera exagerada”.
¿Cómo se encuentra el mercado este año?
En lo que se refiere al consumo, el mercado seguirá creciendo de manera exponencial, fruto de la recuperación económica y de la mejora de los indicadores. En lo que se refiere al crecimiento de unidades de negocio, la expectativa también es de crecimiento, que viene por distintas vías como el tirón de las marcas consolidadas que siguen creciendo a buen ritmo pero, sobre todo, la incorporación de multitud de conceptos de negocio, muy exitosos, que se han acercado a la franquicia para crecer bajo esta fórmula.
Acceso a financiación, disponibilidad de locales, personal, están en buena disposición para apalancar este crecimiento, pero la “fragilidad” del entorno, condiciona que el desarrollo no vaya a ser tan grande como el del potencial existente.
¿Cuáles son los puntos fuertes para competir en el mercado de la franquicia hostelera?
Si nos atenemos, sobre todo, a fórmulas de penetración, las claves siguen siendo las mismas que las de otros años, pero se está observando dos tendencias muy marcadas. Una es la que tiene que ver con la denominada “experiencia del cliente”, que fundamentalmente está asociada con la ambientación de los negocios. La otra es la segmentación de la oferta, proporcionando a los clientes un alto nivel de especialización, que está destinada a captar y fidelizar todos aquellos colectivos de personas con un alto grado de afinidad hacia determinados productos o tipos de comida.
Todo ello, por supuesto, sin perder de vista la calidad del producto y de la oferta gastronómica.
En lo que se refiere a modelos de consolidación, las claves están en reforzar la propuesta de valor con los clientes, mejorando el nivel de servicio y creando estructura de selección de personal y de formación, que son el caballo de batalla de las grandes organizaciones.
¿Qué tipos de negocio podrían tener más éxito este ejercicio y cuáles están dejando de ser modelos a seguir?
El fast-food va a seguir siendo el gran protagonista de la franquicia en sus múltiples derivaciones. Se espera que los foodtruck adquieran mucho más protagonismo, así como los conceptos de cervecería artesana, que han crecido mucho de manera atomizada, y que en breve se espera que se expandan de manera organizada.
También negocios centrados en oferta culinaria internacional poco conocida o representada en España.
En lo que se refiere a negocios que van a entrar en una inercia negativa, podemos encontrar todos aquellos que no han renovado sus planteamientos de negocio y siguen empleando fórmulas clásicas que van perdiendo valor frente a modelos más ajustadas a las demandas y necesidades de los clientes. Todo ellos, por supuesto, a igualdad de calidad en la oferta gastronómica, que al fin y al cabo es el epicentro del negocio.
¿Seguirá el espíritu positivo este año?
Sin ninguna duda sí. Tal y como hemos comentado antes, el crecimiento es una constante, pero no se observan expansiones desproporcionadas. Todo este optimismo viene derivado de la mejora del consumo y de los ingresos de los negocios, que es motor de traslada confianza al mercado y a los operadores para seguir implantando unidades de negocio.
