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Más de un siglo sirviendo al restaurador

Fue en 1860 cuando José Gay i Gurri inició la actividad como proveedor de sillas de alquiler. Desde entonces no han cesado nunca su actividad, diversificando su actividad y siempre desde el centro de Barcelona. Hoy, disponen de una tienda abierta al público y al profesional en la céntrica calle Pau Clarís y dos naves industriales de más de 1.200 metros cuadrados en el barrio barcelonés del Poble Nou. Es espacio suficiente y privilegiado para proveer con una gran rapidez las necesidades del restaurador, desde una cuchara de palo a una PacoJet, pasando por todo tipo de instrumental y menaje necesario en cocina y/o sala.
“Nuestro punto fuerte es que podemos reaccionar en el mismo día o en 48 horas, porque disponemos de un stock importante”, apunta Ortega, recordando que poseen una flota de camiones y camionetas para facilitar el transporte de sus pedidos a cualquier parte de la geografía española, no sólo regional. Sin embargo, su principal cliente es el restaurador catalán, que aprecia la gran rapidez y agilidad del servicio de Casa Gay, así como la larga experiencia en el sector. “Hace tan sólo una década nuestro propios proveedores los encontrábamos a 50 km a la redonda, eran productores nacionales y muchos catalanes, pero de un tiempo a esta parte han ido despareciendo, por eso tenemos que conseguir productos del extranjero”, explica Ortega. Y la mejor manera, es agrupándose para aumentar el volumen de compra y así rebajar los costes. De esta forma nace el Grupo Trébol, que agrupa a una docena de distribuidores de menaje para el restaurador en toda España, al que pertenece Casa Gay.

Casa Gay es proveedor de importantes grupos hosteleros desde el Grupo Cacheiro, hasta el Grupo Noia, y los hoteles Gran Marina, Omm, Arts, La Florida. Además, también cuenta entre sus clientes con restauradores internacionales que han abierto locales de cocina española fuera de nuestras fronteras, desde Francia a México, pasando por Andorra, El Caribe, Cuba, Alemania, Japón y Holanda.

Nuevas tendencias, nuevos diseñadores de menaje
Con toda una vida dedicada a este negocio, Ortega es un gran conocedor de las tendencias y de las necesidades del restaurador. Sabe que la cara del restaurante es su vajilla, su cristalería y su cubertería, de ahí que disponga de todo tipo de surtido.
“Las cosas y las casas han cambiado mucho. Antes Cataluña era una potencia en cerámica, en vidrio, e incluso en cubiertos, pero hoy día quedan muy pocos fabricantes. Hoy importamos casi todo de países exóticos, orientales o de Europa del Este”, confiesa Ortega, apuntando a la excesiva concentración de este tipo de empresas.

La artesanía de antaño ha dado paso a los diseños exclusivos. Hoy lo más “chic” es tener una vajilla diseñada por alguno de los gurús de la gastronomía. Desde Ferran Adrià a Berasategui, casi todos han ideado sus propios platos y utensilios para vestir la mesa, dando respuesta a una sofisticación culinaria que empuja a la tecnológica. Adrià lo ha hecho con Gemma Bernal para Mongatina; Berasategui ha lanzado la Vajilla Quatrum, con Cerámicas Bidasoa, y yendo fuera de nuestras fronteras, el chef Davide Oldani para la prestigiosa casa SchönhuberFranchi.

Pero no sólo en vajillas se atreven a inventar. ¿Quién mejor que un cocinero para crear los utensilios que necesita? Así nació ICC, empresa que se dedica a desarrollar y comercializar las tecnologías más avanzadas para la hotelería y la restauración, una empresa creada por Ferran Adrià, Joan Roca y Wiel Rekko. De ICC son utensilios hoy tan comunes como el Sifón iSi, la sorbetera PacoJet, los Ralladores Microplane, el spray Misto, o el termostato Roner, entre otros.

La mesa perfecta
Si quisiéramos vestir la mesa perfecta no tendríamos que irnos sólo a marcas potenciadas por conocidos y prestigiosos chef. Para Ortega, su mesa perfecta tendría una vajilla de Porcelana China Viceroy Bosch, unas copas austriacas Riedel, y una cubertería de plata SamBonet.

Y es que, de igual forma que han evolucionado las tendencias y las modas, siempre a remolque de los gustos de los grandes chefs, que según Ortega, “son los que marcan las modas en el menaje”, las técnicas y los materiales también han evolucionado. Se busca la resistencia, pero también la calidad, la belleza y elegancia. En vajillas, sigue siendo la porcelana, pero una porcelana vitrificada “que es el material más resistente al golpe, aunque se ralla un poco más fácilmente”. Una porcelana cocida a baja temperatura es menos resistente y mucho más barata. Son las que producen en China, Turquía o Polonia, mientras que las mejores siguen siendo las inglesas Churchill, por practicidad, y las alemanas SchönhuberFranchi. La diferencia es que un plato de los primeros puede costar 3 euros, y de los segundos hasta 20 euros.

En vidrio y cristal el de Alemania sigue siendo el mejor. Cuando ya casi es inexistente el vidrio bufado a boca que se producía en Cataluña, el mejor y más prestigioso hoy proviene del centro de Europa y como marca la austriaca Riedel, aunque la alemana Schott Zwiesel ha creado un material totalmente revolucionario, el Tritán, un vidrio resistente al golpe.

Y por lo que respecta a las cuberterías, en España quedan algunos productores como Dalia y Cruz de Malta muy competitivos y de calidad, pero es Italia la gran potencia en este sector, porque tiene capacidad para hacerlo y darlo a terceros países a hacer y así rebajar costes. l

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