Arturo es catering, Arturo es hoteles, restaurantes, servicio a cruceros y mucho más. Pero, fundamentalmente, Arturo es Colectividades. Esta división supone un 65% del total de la facturación total del grupo, que ocupa el decimoquinto lugar en el ránking de las mayores empresas de restauración en España por ingresos. Arturo abarca más de 180 establecimientos y prepara el salto hacia algo más grande.
No es un secreto: en la actualidad existen algunas entidades, fondos de inversión sobre todo, interesadas en entrar en el accionariado de la compañía y participar en su crecimiento, amén de propiciar una posible salida a bolsa. ¿Dónde se encuentra la clave para un acuerdo? Éste pasaría porque Arturo conservase una participación mayoritaria. Aunque contar con un socio podría ser el paso previo, incluso, para vender el 100% de la firma algún día, el mismo Arturo reconoce eso como muy improbable, ya que se encuentra inmerso en un negocio que, afirma, le divierte.
Durante el año 2007, el Grupo Arturo creció aproximadamente un 15% y durante los primeros tres meses de este año, a pesar de la archicitada ralentización, está previsto que se haga en un 20%. Unos 4.000 trabajadores, 185 establecimientos abiertos y muchas y nuevas perspectivas de negocio hacen que para esta empresa, 2008 se presente como un año en el que ser prudente, sí, pero no por eso dejar de hacer grandes planes con el convencimiento de que éstos saldrán adelante. Es indudable que para el sector de las colectividades, el aumento del precio de las materias primas ha supuesto un escollo de cara a garantizar la buena marcha de sus negocios aunque, para Arturo Fernández, las colectividades siguen siendo su gran baza, y por donde pasa el que, en un futuro próximo, el grupo lidere el mercado de la restauración en España.
“Las colectividades suponen el 65% de la cifra de negocio del grupo y la mayor parte de la plantilla, casi 2.600 empleados, explica Arturo Fernández, propietario del grupo. Factura 135 millones de euros y este año está previsto llegar casi a los 150. Hemos ganado varios consursos nuevos importantes: Phillips, L’Oreal, nuevos hospitales, hemos renovado con TVE, estamos creciendo mucho en el Distrito C, de Telefónica… y, claro, cuando en nuestro presupuesto está previsto, por ejemplo, subir el 4,2% los sueldos, pero resulta que los productos básicos que gastamos, como son la leche, los huevos, el pan, no han subido de acuerdo con la inflación, sino bastante más, eso merma mucho la capacidad de generar beneficios. Pero, por otra parte, el grupo está especializándose cada vez más y, de hecho, estamos en conversaciones muy avanzadas, con determinados fondos, por ejemplo, Mercapital, que quieren asociarse con el grupo Arturo en colectividades, porque en Madrid tenemos una marca de mucho prestigio”.
Así pues, el prestigio de la marca, añadido a que las perspectivas económicas dentro de la Comunidad de Madrid son mejores que las del resto de España (el crecimiento de 2007 fue del 3,8% y, mientras que en el resto de la península este año se prevé que oscile el 2 y el 2,5%, en Madrid podría llegar al 3%), son algunas de las variables que hacen que el futuro de Grupo Arturo, a la hora de convertirse en empresa líder dentro del mercado nacional, pase por la vertiente de los servicios a colectividades. Eso sí, siempre y cuando se alcance un buen acuerdo con posibles inversores.
“Hay varios grupos interesados en entrar en el accionariado. Lo primero es llegar a un acuerdo donde nosotros conservemos la mayoría y, después, la idea es adquirir otra compañía del sector de las colectividades con la que se alcance una facturación entre los 250 y los 300 millones de euros. Eso supondría ser los mayores de España, aumentar la facturación, y contar con estos compañeros de viaje durante dos o tres años, para salir a bolsa o buscar alguien que nos compre el 100%. Aunque esto último no es la idea. No quiero vender, porque esto me divierte”, afirma Fernández.
Más negocios
Pero mientras llega este socio estratégico, desde Arturo no se descuidan otras ramas de negocio que contribuyen a convertir el conglomerado en uno de los grandes de la restauración. Pocos lo saben, pero la compañía cuenta con una rama de negocio de gasolineras, diecisiete en total, abanderadas por Repsol, Agip y Shell, de las que dos son de muy reciente creación. En algunas, las responsabilidades de la compañía se ciñen exclusivamente a “dar de comer”. En otras, también abarcan la venta de gasolina. Arturo suma y sigue.
Los negocios de Arturo crecen y crecen con éxito. Una división con mucho futuro es la dedicada al abastecimiento de cruceros, una rama de negocio de la que a principios de 2007, prácticamente se partió de cero. A través de la sociedad con la alemana Schoemaker, este negocio se ha consolidado entre los grandes cruceristas europeos, en el Mediterráneo y también en el Caribe. Como también se ha consolidado la vertiente dedicada a los hoteles. Recientemente se ha inaugurado el hotel Arturo Norte, con doscientas habitaciones, y todavía están pendientes varios proyectos. Alguno, incluso, íntimamente relacionado con este mismo Arturo Norte.
“Tenemos hoteles en carretera y hoteles emblemáticos como el Miranda Suizo, el Monasterio de Rueda en Zaragoza, o el Palacio de la Iglesuela del Cid, en Teruel. En Madrid queremos poner en marcha un establecimiento parecido al Arturo Norte y detrás de éste estamos construyendo -ya está en obras- un gran centro de convenciones y eventos, de más de seis mil metros cuadrados. En cuanto a nuevos restaurantes, continúa el empresario, estamos negociando comprar dos o tres restaurantes en Madrid, ya en funcionamiento, en dos calles muy emblemáticas, modernizados, pero antiguos”.
Fuera de la Comunidad de Madrid
Arturo se hace cargo de las comidas de tres colegios en la Comunidad de Madrid y algunos de sus planes de expansión pasan también por este segmento, ya que el restaurador afirma que próximamente podría producirse la adquisición de una compañía dedicada única y exclusivamente a este servicio en más de un centenar de escuelas. Pero, además, el Grupo se hace cargo de clubes deportivos (el Atlético de Madrid, el Palacio de los Deportes), del Race, el Club de Campo, y tantos y tantos otros. De hecho, casi el 85% de los negocios del Grupo Arturo Cantoblanco se circunscriben a la comunidad de Madrid que incluso define como su “casa”. Pero, hoy por hoy, la compañía está implantada también fuera de estas fronteras en otras comunidades como Cataluña, Valencia, Andalucía, Castilla y León y Asturias. En una joint venture al 50% con el Grupo Husa Hoteles, Arturo ha sido designado como responsable de los servicios de restauración de la Expo de Zaragoza.
“Una empresa de las dimensiones que tiene este grupo, tiene que salir fuera de Madrid y estoy implantado en Cataluña, Valencia, Andalucía, Castilla y León y Asturias. Tenemos un restaurante en Sevilla, Jamaica, en sociedad con el Grupo Barbadillo, y participación en el Grupo Tony Roma’s y Pizza Jardín. Además, el grupo se ha informatizado ha renovado sus sistemas informáticos, que son los mejores que hay actualmente en restauración. También tenemos un nuevo departamento de compras, que nos ha exigido la vertiente de los barcos; y un gran departamento de obras, porque tenemos muchos locales, que estamos constantemente, cuando no pintando, arreglando”, dice Fernández. l
Presidente de CEIM
Durante el mes de junio del año pasado, Arturo Fernández asumía la presidencia de la Confederación Empresarial de Madrid, tras la renuncia de su anterior máximo responsable, Gerardo Díaz Ferrán que, unos días después era nombrado presidente de CEOE, relevando por su parte a José María Cuevas. Aunque aún no se ha cumplido el primer año de su mandato, Arturo Fernández ya extrae algunas conclusiones al respecto:
“He tenido la suerte de que los empresarios de Madrid me eligieron por unanimidad. Me presentó para sustituirle Gerardo Díaz Ferrán, que era el presidente –yo desempeñaba el cargo de vicepresidente- y todos los empresarios de Madrid votaron a mi favor. Esto, para la restauración, la alimentación y todos los negocios de hostelería es un honor, porque, que un presidente de la mayor confederación que hay en España, y de las mayores de Europa, sea un restaurador, es señal de que la profesión está muy considerada dentro del ámbito empresarial”.
Así, como presidente de CEIM, a Fernández se le plantean varios retos a los que intentará plantar cara con éxito. Representa a unos tres millones de trabajadores y alrededor de 500.000 empresas establecidas en la Comunidad donde, además, hasta ahora se ha tenido un buen ritmo de crecimiento. El principal desafío está en mantenerlo, pero hay otros: favorecer que los nuevos emprendedores habran nuevos negocios; que la tecnología de la industria sea cada vez mejor; que mejore el comercio exterior, habida cuenta que existen “grandes marcas que pueden competir con los productos extranjeros”; que descienda el paro; que bajen los impuestos… o, como concluye el mismo Fernández, que “los empresarios de Madrid cada vez puedan hacer más negocios”. l P.V./ A.I.G.
Recursos Humanos y formación
Una de las principales preocupaciones de la restauración actual son los recursos humanos. Arturo no es una excepción. El empresario reconoce que éstos son el mayor determinante de que un negocio progrese o no y, su concienciación a este respecto se ha materializado de varias formas. Por una parte, mediante su propia escuela de formación; por otra, mediante proyectos en los que está implicada su propia Fundación, junto a la Universidad Autónoma de Madrid.
“Tenemos nuestra propia escuela, que está ubicada en el Polígono Industrial de Alcobendas; no damos abasto a formar a gente. Hay hasta unos cursos en los que damos clases a sordomudos, que luego se incorporan a la restauración y hacen un trabajo muy importante detrás de una barra. También estamos estudiando el tema de los contratos en origen, e intentando traer gente. Y luego tenemos un proyecto estrella, que forma parte de la Fundación Arturo Fernández, junto con la UAM, y otros colectivos de la alimentación, de los mayores de este país (Mahou, Nestlé, Pascual…): estamos diseñando un proyecto por el que la gente tenga la posibilidad de estudiar Restauración y Alimentación a nivel universitario; poner en marcha una facultad y que termine siendo una carrera de cuatro años, porque hay que dignificar mucho más esta profesión. La carrera la diseña la UAM y ¿Nosotros que hacemos? Nosotros construimos una facultad, en los terrenos que nos cede la Universidad. Vamos a ser los pioneros en España”. l P.V./ A.I.G.
En pocas palabras
Actualmente, Grupo Arturo es una empresa en su tercera generación, con más de cien años de historia a sus espaldas. El origen de lo que es hoy en día está en la prestigiosa Armería Arturo, que en su día fundara el abuelo del actual dueño, que después fundó el Club de Tiro Cantoblanco. Arturo nieto cogía las riendas del negocio en 1966 y ahí comenzaba la expansión de la compañía dentro del mundo de la hostelería. Como muestra de lo que es Arturo hoy, sólo hay que tener en cuenta varios aspectos:
Arturo posee actualmente más de 180 establecimientos. El primer restaurante adquirido fue Arturo Delfines y desde entonces no se ha parado de crecer. Hoy se abarcan tanto las ramas de negocio de colectividades, clubes deportivos, hoteles, áreas de servicio, cruceros, centros sanitarios o colegios.
La compañía cuenta con unos 4.000 empleados, de los que aproximadamente la mitad se centran en el sector de las colectividades.
Arturo ofrece 50.000 comidas diarias, lo que, según manifiestan desde la empresa, es posible gracias a la formación de sus empleados, la cercanía y la flexibilidad con los clientes. l RN
