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“Para el emprendedor no hay obstáculos, el que quiere lo consigue”

El restaurante Pecado Carnal está repleto de jovialidad y variedad que no solo caracterizan a los cuatro socios que comenzaron este proyecto culinario, sino que también impregnan el diseño de los tres salones y su apuesta culinaria –hamburguesas de carne de Kobe.

Este negocio, que en un principio iba a ser un bar de tapas, fue ideado por cuatro amigos que han aportado su experiencia multidisciplinar: al frente de la cocina del local de la calle Covarrubias se encuentra el chef Ariel Díaz; de la sala del restaurante de la calle Fúcar se encarga Cristina Plaiasu, quien estudió filología española y rumana; Manuel Moríñigo dejó el mundo financiero para encargase del crecimiento de esta empresa; y Alex Gray, calificado por su último compañero como “el ideólogo” del proyecto.

No obstante, Manuel Moríñigo es contundente cuando afirma que Pecado Carnal “es una master-franquicia en la que todos los socios hacemos de todo; si bien cada uno, aparte, incide en aquello que se le da mejor”.

Los comienzos
El espíritu emprendedor nació en Álex Gray. Aunque trabajaba en una franquicia de agencias de viajes, su familia siempre tuvo negocios de hostelería por lo que “nunca salí del mundillo”, declara Gray. “Me fui al sector de las agencias de viajes cuando las cosas iban bien, pero luego volví a la hostelería considerando las franquicias y analizando tanto la crisis como los cambios en los hábitos de la gente -que sigue saliendo, pero no tiene tanto dinero como en 2005 o 2006”, continúa.

En un principio, la idea de Álex Gray y de dos de sus socios – Manuel Moríñigo llegaría tres meses después- era montar un bar de tapas, pero “por casualidad, compramos la carne de Kobe y fue lo que tuvo éxito. De tapas no se vendió nada, pero nos quedamos sin hamburguesas. Entonces, dimos un giro al negocio”, explica Gray.

Aunque la firma cumplió su primer aniversario el pasado marzo, estos cuatro emprendedores están a punto de inaugurar su cuarto local. “Ha sido un año de pelea continua para que nuestro nombre se comenzase a conocer. Al principio, no teníamos ni cartel. De hecho, cuando buscabas ‘pecado carnal’ en Internet, aparecía una página porno. Tuvimos que explicarle a la gente que lo buscase como pecado-carnal”, matiza Moríñigo.

Sin embargo, no consideran haber tenido demasiados problemas en sus primeros pasos ya que “exceptuando los problemas de siempre –económicos, por ejemplo-, para el emprendedor no hay obstáculos, el que quiere lo consigue”, comenta Moríñigo y sigue “por otro lado, la competencia te recibe muy bien porque todos nos conocemos”.

La impaciencia es otra de sus características. “Escogimos un primer local al que ni siquiera cambiamos el nombre. Firmamos el contrato un viernes y yo quería abrir ese mismo día por la noche”, expresa Gray y continua “solemos hacer una pequeña limpieza, lo que nos dé tiempo. Si después tenemos que remodelar o cambiar algo, aprovechamos los días en los que el local está cerrado”. Moríñigo añade: “Eso lo hemos hecho siempre, el día que hemos firmado, hemos abierto”.

Franquicia Pecado Carnal, la tentación se multiplica
Es imposible estar en todos los lugares por lo que su objetivo es continuar abriendo locales propios dentro de Madrid centro, pero fuera de ese ratio, franquiciar. “La franquicia es una forma de expandirte de manera bastante económica. Además tiene una parte importante que sirve para tu financiación ya que el franquiciado aporta capital”, explica Moríñigo.

El proceso para obtener una franquicia Pecado Carnal es sencillo. “Ellos contactan con nosotros a través de nuestra web o de los portales de franquicias en los que estamos presentes, casi siempre preguntando por cuánto les va a costar”, señala Moríñigo. El canon de entrada tiene un precio de 25.000 euros (más IVA) más el 4% de la facturación mensual.

En cuanto al tipo de franquiciado que los empresarios buscan, “solo incidimos en nuestro know how culinario, ellos se mencionan en otros aspectos, como por ejemplo en el diseño o el tamaño de las salas”, asegura Moríñigo. Es decir, “nosotros enseñamos el contenido, pero no el continente”, agrega Gray.

Lo que sí que ofrecen es formación a los cocineros o a la gente de sala. “Los introducimos en nuestros restaurantes para que vean cómo trabajamos. Trabajan con nosotros durante un tiempo y cuando están preparados se abre el local”, apunta Moríñigo.

Aunque entre uno de sus sueños se encuentra la expansión del local, “no queremos hacer grandes franquicias de 300 comensales porque creo que no es lo nuestro. Lo nuestro reside en fomentar el autoempleo. Una persona en paro, que tiene algún dinero ahorrado, puede ser uno de los titulares, con su sueldo normal más el beneficio del empresario debido a la explotación de la franquicia”, aclara Moríñigo.

Inclusión de las redes sociales
Los dueños de Pecado Carnal dan mucha importancia a las redes sociales. “Yo venía de una agencia de viajes, donde Internet es básico. Entonces, pensé que en la restauración –aunque ahora empieza el boom del posicionamiento- el uso de las redes sociales estaba algo atrasado. En mi opinión, McDonald’s y nosotros somos los que más importancia le damos a las redes sociales. Estamos en todas las campañas por la Red, en todas las web de vales de descuento así como en Twitter, Facebook e Instagram. Además, pretendemos iniciarnos en Pinterest y tenemos wifi gratis en todos nuestros restaurantes”, apostilla Gray.

Además, Gray reconoce que los comensales se enteran primero de las promociones del local vía Facebook por lo que es una plataforma de difusión de la información muy potente.

También han tenido muy en cuenta la opinión y la información aportada por los bloggeros especializados en la cocina. “Entendemos que realizan una labor parecida a la de un crítico culinario por lo que su opinión nos importa”, observa.

Aunque Internet es una herramienta de publicidad y marketing que ayuda a expandir este negocio, estos dos socios consideran que no es esencial. “El ‘boca a boca’ ha sido lo verdaderamente fundamental. Yo creo que el cliente que queda satisfecho es el que vuelve”, expresa Moríñigo. JBeatriz Guzmán

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