Porque la presencia de MICROS no es tan obvia como la de los restauradores, pero sí igualmente necesaria y fundamental. Dentro de la gama de soluciones de la marca, el modelo elegido ha sido MICROS RES 3700 como gestor del punto de venta, MyInventory para la gestión de stock y compras y por último MyMicros como herramienta de informes en tiempo real y 100% web que permite a Platea Madrid gestionar los diferentes restaurantes que componen el proyecto.
¿Cómo se articula la aportación de MICROS a Platea? A través de una arquitectura de 35 TPVs, 3 mStation, 13 PDAs y más de 57 impresoras. Gracias a su herramienta de E-business (MyMicros) se puede consultar en tiempo real mediante su App el estado de las ventas en cada momento, así como analizar en profundidad, artículos mas vendidos, control de empleados, motivos de anulaciones, márgenes de beneficio, stock al momento y un largo etcétera.
Aunque esta información, lógicamente, será de acceso limitado por perfiles de usuario lo que facilitará la toma de decisiones por cada responsable en tiempo real, junto con los almacenes y compras integrados de manera centralizada gracias a la herramienta MyInventory.
Un antiguo cine madrileño
De este modo, MICROS se asienta como uno de los pilares en el que se basa el renacimiento del antiguo cine Carlos III de Madrid, ahora Platea. Más de 5.800 metros cuadrados en los que comer y beber. Un nuevo concepto, promovido por Tritón Capital, donde desayunar con tartas de Alejandro Montes; picar con tapas de Paco Roncero, Pepe Solla o Marcos Morán; comer en el restaurante de Ramón Freixa y terminar el día tomando un combinado en una «smoking area». Un espacio en el que, además, el escenario actúa como zona de eventos, barras de autor, cocinas del mundo, show cooking, talleres culinarios, catas, cerveza, afterworks, tienda gourmet, dulce, música en directo, artes escénicas, danza aérea, micro teatro, cabaret, retransmisiones en pantalla gigante, etc.
Lázaro Rosa-Violán ha sido el artífice de la decoración de Platea. Este exitoso interiorista, inspirándose en la estética de los años 40 y 50 ha conjugado a la perfección luces, ambientes y espacios gastronómicos, dotando a cada uno de identidad propia y al mismo tiempo logrando un conjunto de coherencia estética. Paletas de colores caldera, marrones y verdes, incorporación de la cerámica como elemento decorativo, un sinfín de detalles que conforman un espacio único. JA.I.G.
