Desde el Restaurante Asador Un Lugar de Madrid, Nino Martínez, nacido en una familia de tradición restauradora en La Rioja, también reclama, junto otros compañeros de profesión y productores, la importancia de este asunto. “La carne de buey de pasto, sin aditivos, envejecida perfecta, debe ser sabrosa, de color rojo intenso, de textura densa, con grasa suficiente y no excesivamente tierna.”
La carne de buey, que procede de animales de más de 1.100 kilogramos es un producto de lujo, debido a que es muy escaso por su alto coste de producción. Son animales alimentados de forma natural, con una clara merma y que necesitan de un proceso de maduración en cámaras con temperatura y humedad controlada.
Es rica en proteína, con alto aporte en aminoácidos esenciales así como potasio, fósforo, magnesio y vitamina B12.