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Óscar Agustin i Vidal: “Nuestra filosofía es tener de todo lo mejor”

Sesenta y tres años más tarde, sus hijos Óscar, Josep Mª y Mª Carmen han conseguido no sólo mantener vivo aquel pequeño local, sino erigir casi un imperio de la calidad gastronómica. Con tres establecimientos en la ciudad, una empresa de catering, una distribuidora de productos selectos y una ETT, el nombre de Casa Pepe es toda una referencia del buen hacer, y sobre todo, de los buenos productos gourmet, no sólo para llevar a casa, sino para degustar in situ o, incluso, para elegir para banquetes o coffee breaks.
Óscar Agustin i Vidal, desde 1947 ha llovido mucho ¿cuál ha sido el punto de inflexión en la historia del establecimiento?
Pues la muerte de mi padre, en 1981. Falleció en plena campaña de Navidad, y de repente, los tres hermanos nos vimos obligados a hacernos cargo de la tienda. Cada uno de nosotros estaba en otros derroteros, pero desde niños habíamos mamado la cultura de la tienda, aunque una cosa muy diferente fue hacerse cargo del negocio en su conjunto. Nos pusimos las pilas y desde entonces hemos continuado con la saga.

Mal del todo no lo han hecho. En todo este tiempo no sólo han abierto más tiendas-restaurante sino que han ampliado sus negocios.
Sí, Casa Pepe nació en 1947 en el local de la calle Balmes, el cual mantenemos externamente casi intacto, aunque el interior ha crecido (la tienda y zona de desgustación tiene menos de 80 metros, mientras que entre cocina y almacenes subterráneos tenemos más de 1.000 metros). Después, en 1997, abrimos el local de la Plaza Bonavona, un negocio enfocado más a restaurante porque es mucho más grande (tiene capacidad para más de 100 comensales, además de la terraza), y hace algo más de un año abrimos en el nuevo distrito del 22@, en la calle Tánger, con el fin de enfocarlo más hacia todas las oficinas y empresas nuevas que se han instalado en la zona. Allí ofrecemos un servicio más alegre e informal, con la idea de dar almuerzos de negocios, pero nada pesados, para que el cliente pueda volver al trabajo sin problemas. Y además de los tres locales tenemos una empresa de catering (que impulsamos desde la tienda de Bonanova) puesto que desde siempre hemos contado con clientes que nos han pedido que les llevemos a sus casas o lugares de trabajo nuestros productos, además, luego han confiado en nosotros para sus eventos. Y finalmente, tenemos una empresa de distribución de productos selectos.

A pesar de contar con su propia distribuidora, ¿tiran también de proveedores externos?
Evidentemente. Nosotros, al tener una oferta muy amplia y abierta (no trabajamos con carta porque queremos que el cliente nos pida lo que le apetezca en ese momento, es decir, cocinamos a medida del comensal), tenemos que tener muchos proveedores que nos surtan de lo mejor. Nuestra filosofía siempre ha sido, y es, tener de todo lo mejor. Nosotros investigamos siempre todas las novedades del sector e intentamos introducir lo de mayor calidad. Así, por ejemplo, en pescados vamos a las mejores lonjas del Cantábrico, también nos surten de gambas de Palamós… En realidad nos movemos con muchos proveedores, porque sólo así conseguimos de cada uno de ellos el mejor producto.

Pero entre tanta oferta, seguro que tendrán platos estrella…
Sí, claro. La gente viene a Casa Pepe, en primer lugar, por nuestro jamón, y después también nos visitan mucho por nuestras conservas, nuestros quesos y embutidos, nuestra bodega, con más de 500 referencias… A la hora del picoteo, por ejemplo, trabajamos con muy buenas conservas, que nos mantienen como locales de referencia en cuestión de tapeo en Barcelona. Otro de nuestros platos clásicos, por ejemplo, es la ventresca de atún Campos, que combinamos con anchoas, aceitunas… También tenemos muy buen foie-gras y un salmón y un bacalao en aceite muy selecto.

Con tanta oferta su personal debe también ser especial.
Con nosotros trabajan en total unas treinta personas, a parte las brigadas que contratamos para los catering, pero todo nuestro personal está muy cualificado, pues ha de entender de quesos, embutidos, conservas, vinos… En cada restaurante tenemos, además, un jefe de cocina y dos ayudantes.

¿Cómo ha afectado la crisis en un negocio como el suyo, enfocado al producto selecto y delicatesen?
Nos ha afectado como a todo el mundo porque el cliente está más sensible. En momentos de crisis es cuando se tiene que estar más atento al cliente y es cuando hay que buscar más para encontrar productos que se ajusten a la calidad que queremos pero a buen precio. Nosotros siempre hemos hecho esto, pero ahora con la crisis más, por eso, hemos intentado ajustar márgenes con los proveedores, para no subir precios. Queremos dar la mayor calidad al mejor precio, es nuestra premisa.

¿Qué cree que os hace diferentes del resto de locales de sus características?
Me imagino que lo que nos distingue es el cariño que depositamos en cada uno de nuestros productos y de nuestros clientes, además de la presencia física, porque los tres hermanos siempre estamos en los locales. Por otro lado, no miramos el negocio no como tal, sino como una prolongación de nuestras vidas. Además, el hecho de ser hermanos también nos caracteriza, ya que los problemas que puedan surgir se resuelven de otra manera. JM.M.

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