En 1977 se convertiría en líder de la distribución para el foodservice en EEUU, siendo en la actualidad uno de los conglomerados empresariales más grandes de dicha nación, con credenciales tan notables como ser el número 1 en ingresos y beneficios dentro de la industria y distribución alimentaria o clasificarse en el TOP 500 de la revista Fortune, en el número 68 por ventas en su país y en el 192 a nivel mundial.
No cabe duda que las VII Jornadas Internacionales de Restauración tratarán sobre el modelo de negocio de Sysco, presidido por Richard Schnieders, lo que permitirá conocer los principales puntos fuertes y garantías de éxito de este grupo, que basa sus espectaculares cifras estadísticas (ver cuadro) en la convergencia de varias políticas estratégicas.
Estrategia de grupo
En primer lugar, la armonía entre seis grupos de empresas entre las que figuran -además de la propia Sysco- Broadline, que reúne a 89 distribuidores que se ocupan de la capilaridad hostelera; a Sygma, que sirve a cadenas de restaurantes como Wendy´s; a Guest Supply, que ofrece un completo catálogo de non-food y equipamientos; a Specialty Meat and Produce Companies, que agrupa a las filiales que se encargan de productos “customizados”; y a una división Internacional, que selecciona en el mundo aquellos productos de importación que deben deslizarse por la urdimbre comercial del grupo.
En segundo lugar, además, otra de las peculiaridades del grupo es su portfolio de marcas propias que en un número de cinco categorías -Supreme (alta hostelería), Imperial, Classic, Natural (productos frescos) y Reliance (alto ratio de value)- colman los almacenes de las 170 filiales diferentes que componen dicho conglomerado, que facturó en el ejercicio cerrado en junio de 2008, a 400.000 empresas de hostelería, la bonita cifra de 37.522 millones de dólares, con una plantilla de 50.000 empleados y beneficios netos del orden de 1.106 millones de dólares.
Finalmente, el uso de las más modernas tecnologías de la comunicación, en materia de gestión de flujos físicos y financieros de la mercancías que comercian sus centros de distribución, ha hecho que la hostelería norteamericana no posea estrangulamientos en materia de la distribución mayorista de alimentos, bebidas, non food y equipamientos.
Para las empresas españolas, asistir a las VII Jornadas Internacionales de Restauración, celebradas en el marco de Expo Foodservice, supondrá realizar un autodiagnóstico de su potencial para exportar al canal del foodservice y prepararse debidamente para recoger la importante labor de impulso que efectúan organismos de promoción colectiva de nuestros principales productos exportables a EEUU, nuestros mediáticos chefs, pero también los no mediáticos, las cadenas de restaurantes americanas que creen y usan nuestros más conocidos productos, y los agentes y brokers españoles en dicho país que, con su callada labor, sientan las bases de una mayor presencia española a nivel de alimentación y restauración.
