Esa ha sido la perspectiva que ha inspirado la creación de The Chivas Studio en Madrid, un espacio en el que durante todo un mes, del 19 de septiembre al 19 de octubre, han confluido manifestaciones de gastronomía, arte, cine y moda en consonancia con los valores de esta marca de whisky propiedad de Pernod Ricard.
El local donde se ha llevado a cabo la promoción responde al modelo de espacio pop-up, cuyos principales rasgos son su carácter efímero, sin vocación alguna de permanencia, y un acceso de invitados muy restringido. En este caso, The Chivas Studio ha tenido dos localizaciones diferentes que se han repartido el tiempo a partes iguales; la primera en el barrio de Salamanca y la segunda en un loft del más castizo Paseo Imperial.
Durante las cuatro semanas que ha durado el evento, los locales de The Chivas Studio han sido el escenario de conciertos, algunos tan importantes como el protagonizado por Mark Knopfler; exposiciones de arte, como 12 artistas, 12 vidas, en la que creadores nacionales e internacionales interpretaron libremente a personajes de la vida social española o, incluso, showrooms de moda.
Pero ha sido, sin duda, la gastronomía el tema que ha vertebrado los eventos que se han ido celebrando dentro de The Chivas Studio. Juan José López Bedmar, propietario y cocinero de La Tasquita de Enfrente, actuó en calidad de Brand Ambassador de Gastronomía de Chivas y su propuesta pasó por presentar cuatro ejemplos de la cocina de fusión que se practica en países tan diferentes como Perú, Marruecos, Londres o España, a través de las creaciones de otros tantos cocineros.
Luis Galliusi, prestigioso arquitecto e interiorista, cuya especialidad es precisamente la creación de espacios efímeros, se encargó del arte y el diseño de las dos localizaciones que ha tenido The Chivas Studio. El mundo del cine fue responsabilidad de David Sánchez y Piti Alonso, propietarios de DYP Comunicación, mientras que Bárbara Manzarbeitia estuvo al frente de los desfiles y showrooms relacionados con la moda.l
Gastronomía de fusión
Los cuatro ejemplos de cocina internacional de fusión elegidos por Juan José López Bedmar para The Chivas Studio fueron protagonizados por el madrileño David Muñoz, la peruana Brisa Deneumostier, el marroquí Mohamed Fedal y el toledano José Rodríguez Rey.
El joven pero muy rodado chef madrileño David Muñoz, cocinero y propietario del restaurante Diverxo, preparó para la gente del cine una muestra de su cocina de fusión oriental e ibérica. Aunque presentó un menú muy variado, los protagonistas de la mesa fueron sin duda sus espléndidos y muy trabajados dim sum y la vaca roja gallega con mojo canario nikkei.
La chef peruana Brisa Deneumostier, afincada recientemente en España, fue la estrella de la cena dedicada al mundo de la moda. Brisa propuso una cocina donde se funde lo peruano con lo asiático y lo japonés (nikkei). El marroquí Mohammed Fedal, cuyo restaurante Dar Moha en Marrakech se ha convertido casi en un referente internacional, se ocupó de la cena dedicada al mundo de la música. Fedal se define como renovador de la cocina tradicional marroquí; fueron muy aplaudidos su pastela de pichón crujiente y su cordero al horno con azafrán acompañado de alcachofas y guisantes.
La cuarta y última cena, dedicada al mundo del arte, fue responsabilidad del toledano José Rodríguez Rey, cocinero y propietario junto con su hermano Diego del restaurante El Bohío (Illescas, Toledo), quien elaboró un menú muy identificado con productos tradicionales de Castilla La Mancha y creaciones tan curiosas como sus sardinas saladas con foie. l
