El grupo Rodilla colocará una urna en los ochenta establecimientos que tiene repartidos por toda España (25 propios y 55 franquiciados) para que aquellos que lo deseen depositen su cigarrillo. A cambio la empresa destinará el doble de su valor a financiar proyectos de la Fundación Síndrome de Down de Madrid. La empresa, que permite fumar en sus restaurantes, guiada, según sus responsables por los principios de la tolerancia, prefiere que sean los clientes los que decidan, con un cigarrillo menos, hacen un acto solidario. “Sabemos el esfuerzo que supone para un fumador abstenerse de su hábito. Por eso Rodilla quiere corresponder a ese gran esfuerzo realizando otro”, comenta Jesús Romero, director general de la compañía.
Según Romero con esta decisión se pretende demostrar que no fumar tiene efectos beneficiosos, directa e indirectamente, para todos. “Es muy sencillo. Nuestro cliente fumador renuncia a fumar en nuestras tiendas. Como acto simbólico deposita un cigarrillo en las urnas instaladas para esta acción. Y nosotros donamos el doble del valor de ese cigarrillo a la Fundación Síndrome de Down de Madrid”, concluye. l
