Adolfo Muñoz, como socio y director de restauración de Belvís, marca con total libertad la línea gastronómica. Eso sí, contando siempre con el chef Jorge Rodríguez de Arce, atento al día a día de los salones de banquetes y del restaurante – con capacidad para 40 personas -. Éstos dos capítulos conjuntamente significan cerca del 35% de la facturación total del hotel.
Fiel a su estilo innovador, pero sin olvidar las bases y el buen hacer de los clásicos, Adolfo acaba de estrenar la carta de la nueva temporada de Belvís, que incluye primeros como la “Ensalada de atún y ajoblanco” o el “Chipirón con langostinos”; segundos como la “Merluza sobre tomate confitado” o las “Manitas con verduras y cigalas”; y “Tarta templada de frutas con helado de turrón” en los postres. Todo ello regado por algún vino escogido entre las 180 referencias disponibles, donde no faltan grandes caldos españoles: Marqués de Griñón, Finca Sandoval, Arzuaga o Pago del Ama, elaborado por el propio Adolfo Muñoz.
La cuenta en Belvís oscila entre los 60 y los 75 euros, si bien existen menús ejecutivo más económicos (35 y 45 euros). Este espacio gastronómico de altos vuelos se nutre de una clientela compuesta aproximadamente por un tercio de alojados en el hotel, y el resto, ajenos a él. Al disfrute culinario, por supuesto, contribuye también el entorno ya que el Hotel Palacio Eugenia de Montijo está ubicado en un edificio rehabilitado bajo la escrupulosa mirada de arqueólogos y restauradores. Ellos rescataron por ejemplo alcantarillados romanos que se pueden ver en la zona de spa o artesonados del siglo XIV y XVI.
El sello Fontecruz
El modelo de negocio de Fontecruz, de capital 100% español, se basa en una tipología de establecimientos siempre cinco estrellas, de mediano tamaño (entre 40 y 90 habitaciones), con un gran valor añadido para el cliente: SPA, salas de reunión altamente equipadas y, como no, una restauración de primer nivel. Aparte del caso toledano, la cocina del Fontecruz Golf Hotel Ávila, abierto en 2004, la comanda José Ureña y al frente del último inaugurado, el de Cáceres, se encuentra Iván Álvarez Santamaría (fundador y copropietario de Tété en Madrid). La gestión, en este aspecto, es independiente en cada uno de los hoteles.
Para el futuro, la cadena tiene grandes planes. Su línea de expansión transcurrirá, como hasta ahora, por ciudades históricas. Las próximas serán Granada y Sevilla, en marzo y diciembre del próximo año, respectivamente. Pero las perspectivas son aún más amplias pues además preparan el desembarco en varias capitales europeas. De momento, ya están en marcha los proyectos:Berlín, para finales de 2009, y Lisboa, cuya inauguración está prevista para 2010. La primera fase de la estrategia de crecimiento de la cadena se desarrollará hasta 2015 con la apertura de catorce establecimientos en España y otras ciudades europeas, aparte de las mencionadas, como Londres, París, Budapest o Bruselas.
El grupo Adolfo está formado por los míticos restaurantes Adolfo, uno de los más legendarios de la capital toledana, y La Perdiz; la finca de eventos Viñedo Cigarral Santa María; que es un espacio más informal donde se sirven tapas y vinos llamado Adolfo Colección 1924; y su Escuela de Cocina. Pero Adolfo asegura que compaginar todo es posible “con dedicación, responsabilidad y coordinando a mis jefes de cocina”. l
E.G.G.
