El servicio hostelero se salva, aunque no siempre la información sobre los susodichos menús y las hojas de reclamaciones están a la vista y conforme a la ley.
El 28% de los menús del día estudiados, no aprobaron en calidad dietética, de acuerdo a la evaluación de los técnicos que Eroski envió a 160 restaurantes de dieciocho capitales españolas. Además, el 56% obtuvo un escueto “aceptable” y sólo uno de cada seis obtuvieron una calificación “buena” o “muy buena”. Cabe resaltar que en 2006 los que pasaron con nota la prueba fueron muchos más, un 41%. Los suspensos se han producido en la mayoría de los casos por no incluir ensaladas y/o verduras, abusar de los alimentos proteicos como carnes y embutidos en la elaboración de primeros platos, carecer de pescado, guarniciones variadas y fruta fresca. Los peores menús del día, por ciudades, son los de Málaga, seguida de Almería, San Sebastián, Murcia, Valencia y Bilbao. En el lado contrario, con uno de cada tres menús que superan los mínimos exigidos, se encuentran A Coruña, Alicante, Córdoba, Granada y Sevilla. Por su parte, todos los menús estudiados en Pamplona, Valladolid y Vitoria, aprobaron.
El estancamiento o incluso retroceso, podríamos decir, en la calidad dietética de los menús, está acompañado, al contrario de lo que la lógica dicta, por una sustancial subida de precios. Entre 2006 y 2010, el incremento asciende a un 21%, es decir, muy por encima del IPC acumulado para ese periodo (8,5%). De 8,9 euros de media, un menú del día pasa a costar 10,8 euros. A Coruña fue la más barata de las ciudades evaluadas (89%) y Almería la más cara (13,7%). Asimismo, resulta curioso constatar que la diferencia media de precio entre los mejores menús del día (los que obtienen una puntuación superior a 8 puntos sobre 10) y los peores (los suspensos en calidad) no llega a un euro. Los primeros, costaron de media 11,3 euros y los más deficientes 10,6 euros.
Buen servicio
En el lado positivo cabe mencionar que la calificación media de la calidad del servicio y atención al cliente, es “de notable”, supera los 7 puntos en todas las ciudades, aunque siguen existiendo ámbitos de mejora. Así, el 5% de los restaurantes visitados no facilitan hojas de reclamación a los clientes, escudándose para ello en la ausencia del dueño del local en la mayoría de los casos. En un 43% de ellos, además, no se indica de forma expresa su existencia, lo que supone incumplir la ley. También es obligatorio en España exhibir de forma visible el precio del menú y los platos que lo conforman en el exterior del local, pero en cerca de un 10% y 18% de los casos, respectivamente, no se observan estas normas. En una de cada tres ocasiones solamente, el IVA está claramente desglosado, la mayoría se limita a la frase “IVA incluido” o similar.
Únicamente uno de cada diez informa del aforo máximo autorizado en el interior del local y un 63% de los locales analizados tampoco distingue entre zona de fumadores y no fumadores, como marca la legislación vigente. En cuanto a accesibilidad, en el 70% de los establecimientos no existe baño específico para discapacitados, pero un 18% lo tienen compartido con el de mujeres.