Un viaje a Munich (Alemania) cuando tenía 18 años fue el principio de todo. Casualmente, en una de las paradas de su autobús vio un cartel: “Curso de fabricación artesana de cerveza”. No lo dudó, y en un fin de semana se inició en estos avatares. A su regreso a España, inició sus estudios de Ingeniería técnica agrícola en industrias alimentarías y fundó, junto al maestro cervecero Steve Huxley y unos amigos, la asociación Humulus Lupulus, nombre en latín del Lúpulo, uno de los cuatro ingredientes básicos de la cerveza. Durante una década, Alex continuó haciendo cerveza en casa y transmitiendo la cultura de esta bebida, hasta que, tras ver aprobado su proyecto fin de carrera (una planta de fabricación artesanal de cerveza), decidió poner en práctica su sueño y montar la empresa Llúpols i Llevats (Lúpulos y Levaduras). Lo hizo junto a dos de sus amigos y socios, Raúl Ramírez y Carmen Valero. La empresa, que inició su actividad en noviembre de 2005, se montó en una nave de l’Hospitalet de Llobregat, en poco más de 150 metros cuadrados, y requirió sólo una inversión inicial de 80.000 euros, para elaborar tres tipos de cerveza Lager: Glops Tostada, Glops Ahumada y Glops Negra. Cervezas que se elaboran sólo con agua, maltas, lúpulos y levaduras, sin ningún tipo de aditivo y sin filtrar ni pasteurizar. El resultado es una cerveza con 3,9 grados de alcohol, 1,5 Kcal/100g (4,5 Kcal por botellín) y múltiples vitaminas del grupo B.
Como en otros países europeos
“Parecía un proyecto muy arriesgado, pero en muchos países europeos y en EEUU es muy habitual que cada pueblo, incluso cada bar, tenga su propia cerveza casera. Aquí no. Por eso me animé a probar lo que había visto y conocido en otros países, crear una cerveza local y artesanal, aunque descarté la fórmula de distribuirla yo mismo a través de un bar o restaurante porque era una inversión muy elevada. Ahora, yo mismo me encargo de distribuirla a establecimientos de L’Hospitalet y Barcelona”, cuenta Alex Padró, quien también se encarga de la fabricación, embotellado y etiquetaje de las botellas de Glops.
Hoy día, la cerveza Glops puede comprarse (para consumir in situ o llevar a casa) en unos 25 establecimientos de Barcelona y L’Hospitalet. Entre ellos, algunos tan conocidos y relevantes como los históricos Colmado Quilez de Barcelona y Espinaler, de Vilassar de Mar.
Las previsiones de Alex Padró y sus socios, y la capacidad de elaboración de la pequeña fábrica de cerveza de Llúpols i Llevats (máximo de treinta mil litros al año), han sido ya desbordadas. Padró ha recibido varias ofertas para distribuir su cerveza más allá de su municipio, e incluso de elaborarla para ser etiquetada bajo otras marcas. La idea de los responsables de Llúpols i Llevats, sin embargo, no es crecer ellos como fábrica, sino expandir la idea de fábricas pequeñas y locales de cerveza artesanal. “Queremos mantenernos firmes en la base de nuestra empresa, que se fundó para hacer cerveza local. Por eso, la forma más natural de crecimiento es crear otras pequeñas fábricas en otros municipios, quizás con otras dimensiones un poco más grandes, pero siempre con la idea de no perder el espíritu artesanal”, cuenta Padró. Esta será, seguramente, la forma de crecimiento natural de Llúpols i Llevats, que a sólo cuatro meses de su constitución ya contaba con ofertas de empresarios andorranos y baleares. “Queremos hacer cervezas personalizadas y especializadas, a la medida de cada cliente, y para hacerlo posible siempre es mejor tener distribuidas fábricas por otras partes del país”, añade Padró. l
