Como quién amuebla una casa con una mesa de Bali, un jarrón de china y una lámpara de Nueva York, el alma mater del restaurante, Antonio Fuentes ha elegido los platos y los vinos que más le han gustado de cada país y ha hecho de este espacio un “hogar” para los madrileños.
Clarita no dispone de entrantes, primeros o segundos sino que “todo es para todos”. Tiene una capacidad para 57 personas y 12 más en la barra. Cuenta con un menú de mediodía (11 euros) y otro de grupos para más de 10 personas. Su precio medio es de 21 euros y abre de martes a sábado de 13:00 a 00:30 horas.