Estos guisantes son cultivados por Jaime Burgaña, de Aroa, y el propietario del restaurante los elige por la ubicación de su huerta, que se encuentra casi en un acantilado junto al puerto de Guetaria, lo que permite que se impregnen de salinidad. Solo duran dos meses, de abril a mayo y se sirven sin apenas aditivos.
Además, se añade a la carta otros productos como las habitas, también de Guetaria y espárragos frescos de Navarra.