A lo largo del año, un total de 150 jóvenes tendrán su primer contacto con las tareas de cocina y servicio a sala en un espacio de 475 metros cuadrados –que incluye restaurante, cocina central, aula de cafetería, aula hostelera y aula teórica- de diseño innovador en el que incluso el mobiliario –lámparas elaboradas a partir de cafeteras, colgadores hechos de palos de golf, antiguas mesitas…—respira la filosofía de dar segundas oportunidades.
Al mismo tiempo, un espacio que simula ser una habitación de hotel es el entorno en que recibirán su formación aquellos que se preparen para ser camareros de pisos.
D’INS tiene como objetivo principal ofrecer cualificación en diversas ramas de la hostelería a colectivos especialmente vulnerables, para que después de su paso por el establecimiento se incorporen al entorno laboral. Después de la prueba piloto, realizada hace unos meses, un tercio de esos primeros alumnos firmaron un contrato con empresas hosteleras.
