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Doce restaurantes en el mar

Este concepto, que introdujo la compañía naviera NCL en el año 2000 con el nombre de Free-style Cruising o crucero a tu aire, aboga por hacer sentir al cliente una experiencia única en un ambiente relajado y con la más completa flexibilidad.

En el recién inaugurado Norwegian Gem, esta filosofía de servicio se traduce en una oferta que abarca nada menos que doce restaurantes diferentes más once bares y salones, la mayor gama de camarotes en alta mar con 25 categorías de cabinas (desde camarotes sencillos hasta suites y villas exclusivas con acceso directo a jardín privado, algunas conectados entre sí, otras con servicio de mayordomo o conserje), así como múltiples instalaciones deportivas y de ocio.
De esta manera, cada día y cada noche se puede disfrutar de un tipo de cocina distinto, sin asignación de mesas y con libertad de horarios; así, por ejemplo, se puede cenar desde las 17.30 hasta medianoche. Tampoco existen las estrictas normas de vestimenta que suelen ser habituales en otros cruceros, de manera que se puede llevar ropa cómoda e informal. Pero si se desea ir más arreglado, entre la diversidad de restaurantes hay uno elegante y adecuado para ello.
Otra de las novedades que presenta este barco es su sistema de información continuo. A través de este formato, diversas pantallas electrónicas colocadas estratégicamente en diferentes partes del barco muestran al pasajero la disponibilidad de mesa y los posibles tiempos de espera de cada uno de los restaurantes. En caso de que el lugar elegido estuviera ocupado, el cliente que lo desea recibe un localizador con el que se le avisa en el momento en que su mesa está disponible.

Gastronomía del mundo
A través de sus doce restaurantes, el Norwegian Gem ofrece un viaje gastronómico por todo el mundo, ya que en ellos se puede probar desde los típicos sushis japoneses hasta los sabrosos tacos mexicanos, pastas italianas recién hechas o la más exquisita cocina francesa.
El barco, con una tripulación formada por 1.154 profesionales, está preparado para atender a 2.400 pasajeros en ocupación doble. Cerca de 600 personas trabajan sin parar en los restaurantes y en las áreas de alimentación y de bebidas. Si bien cada restaurán tiene su propio chef y sus propios cocineros, todos están bajo la supervisión del australiano Jason Drysdale y del francés Denis Soriano, quienes ejercen como jefes de las cocinas de todos los barcos que componen la flota de NCL. Soriano, de ascendencia española, y que aprendió de Jacques Chibois y del chef de tres estrellas Michelín, Michel Guerard, es conocido por su paso por Estados Unidos, donde obtuvo cuatro estrellas en Chez Michel de San Francisco, tres en el Grand Café del Hotel Monaco y un gran éxito en el restaurante del hotel Willard InterContinental de Washington D.C.
Acerca de este barco, donde “en tan solo dos semanas se pueden llegar a servir hasta veinte toneladas de carne y 120.000 botellas de vino”, Soriano comenta que lo más destacado es “su enorme variedad de espacios gastronómicos diferentes con la libertad de disfrutarlos como y cuando el pasajero desee”.
Como describen Drysdale y Soriano, el barco tiene un restaurante principal con capacidad para cerca de 500 personas, el Grand Pacific, que ofrece un menú de cinco platos diseñado por ellos. Es un espacio moderno, de paredes decoradas vistosamente y colores que cambian sutilmente.
Otro de los más grandes y que prácticamente permanece abierto casi todo el día es el Garden Café, donde caben 390 personas. Aquí, en forma de buffette, la pluralidad de platos hace que cada uno encuentre aquello que prefiera: desde tortillas, pasta, sopas, ensaladas hasta especialidades internacionales. Además incluye un área específica para los niños, el Kid´s Café.
La cocina francesa está representada en Le Bistro, en cuya entrada se expone una gran variedad de vinos de calidad de distintos países. Aquí se pueden degustar platos tanto tradicionales como contemporáneos, en un ambiente de estilo modernista entre paredes adornadas con obras de arte. Este es el favorito de Klaus Lugmaier, director del hotel del barco.
De línea asiática destacan el Lotus Garden, el Orchid Garden (el preferido del finlandés Mikael Hilden, el capitán del barco), el Teppanyaki y el Sushi & Sashimi Bar, donde se elaboran los sushi y sashimi y otras especialidades orientales a la vista del comensal.
Los apasionados de las carnes a la brasa y a la parrilla tienen su lugar en el Steakhouse, mientras que los de pastas y pizzas acuden al restaurante italiano La Cucina, ambientado con una decoración rústica y muy acogedora, donde los platos se acompañan de una excelente selección de vinos, además de auténticos postres italianos y el aromático café expresso.
En otro estilo más informal destaca el Tapas Latin Restaurant, un bar moderno decorado con enormes murales en relieve donde saborear la cocina de estilo tex-mex con sus tapas frías o calientes. Y si a última hora apetece picar algo, en el Blue Lagoon se puede optar por una sencilla hamburguesa o un sano plato al wok.
“Independientemente de su especialidad, los restaurantes también tienen en cuenta la alimentación para vegetarianos o para aquellas personas que están sometidas a regímenes especiales”, comenta Soriano.
Pero si lo que se desea es disfrutar de la intimidad del camarote y desayunar, comer o cenar sin salir de él, hay un servicio de habitaciones disponible las 24 horas del día. Igualmente existe un servicio VIP para los pasajeros de las suites y las villas, donde se ofrece un extenso menú de desayuno, cartas de menú especiales, además de cestas de frutas frescas a diario y de una variada selección de bebidas.

La oferta no acaba
Después de una suculenta comida o cena, los amantes de la sobremesa tranquila pueden deleitarse con los mejores brandies y rones al tiempo que disfrutar del placer de fumar un cigarro puro en el Cigar Club. Para los más marchosos está la pista de baile del Spinnaker Lounge, desde donde se observa el puente de mando y el mar, mientras que los aficionados a la canción disponen de tres salones privados de karaoke en el Bliss Ultra Lounge & Night Club.
Y por supuesto, el barco dispone de varios espacios para tomar algo al aire libre disfrutando de la brisa marina, además de diferentes bares especializados en alta coctelería y otros con cafés, tés y pastelería selecta como el Java Café.
En materia de entretenimiento, la oferta parece no acabar nunca. Además de un completo programa de actividades diversas hay piscinas para adultos y niños, seis jacuzzis, un centro Spa con instituto de belleza, un gimnasio, pista de jogging, cancha de baloncesto, un rocódromo para escalar, pista de bolos, un centro de tiendas, una galería de arte, un casino, un salón de videojuegos (la compañía estableció un acuerdo con Nintendo para disponer del juego Wii), un gran teatro con capacidad para 1.042 personas, un área infantil, un club para jóvenes, biblioteca, un cibercafé, más un salón y una amplia sala de conferencias para la celebración de reuniones y congresos.
Y es que este inmenso naviero de casi 300 metros de longitud, construido en 2007, cuenta con la flota más moderna en el sector de cruceros. Detrás de esta amplia infraestructura se encuentra la compañía naviera internacional NCL Corporation que, con sus marcas NCL Freestyle Cruising, NCL America y Orient Lines, abarca una flota de 375 cruceros que hacen escala en 150 puertos de todo el mundo. A su vez, desde el año 2000 NCL forma parte del Grupo Star Cruises Ltd., firma que cotiza en la Bolsa de Hong Kong y que se ha convertido, tras esta adquisición, en la tercera compañía de cruceros del mundo. l
RN

El menú en español
Aunque el idioma oficial que se habla en el barco es el inglés, con el fin de facilitar y hacer más agradable la estancia a los clientes españoles y dada la importancia de este mercado para la compañía, muchos de los miembros de la tripulación hablan castellano y están dispuestos a ayudar y a dar su mejor servicio con la máxima cordialidad.
De hecho, las cartas de los menús de todos los restaurantes están disponibles en español. Asimismo, una azafata de habla hispana se encarga de traducir la programación del día, además de atender e informar gustosamente a los pasajeros de los aspectos de interés del crucero y de responder a sus dudas. La asistencia en español también incluye excursiones en tierra con guías especializados. l

Alta coctelería
Para completar la oferta, el Norwegian Gem cuenta con once bares y salones de estilos diferenciados. El Shakers Martini & Cocktail Bar, con una gran pantalla detrás de la barra en la que se proyectan las siluetas sinuosas de bellas mujeres, recuerda el más puro estilo de las películas clásicas de James Bond.
Otros bares en los que tomar excelente coctelería son el Star Bar, inspirado en la época de los gángsters; el Maltings Beer & Whiskey Bar con sus más de sesenta referencias de whisky procedentes de Escocia, Irlanda, Canadá y Estados Unidos; el Sake Bar con su selección de sakes y cervezas asiáticas; el exótico Bali Hai o el Magnum’s Champagne & Wine Bar, de estilo art decó parisino, entre otros. l

El mercado español, segundo en importancia
En tan sólo dos años España se ha convertido en el segundo mercado más importante de Europa Continental para NCL. “El incremento de pasajeros del mercado español ha contribuido decisivamente al fuerte crecimiento de NCL en Europa Continental”, señaló Michael Zengerle, director general de NCL en Europa Continental, durante la inauguración del Norwegian Gem.
El objetivo de la compañía va a ser continuar con su rápido crecimiento en 2008. De hecho, según sus previsiones, el mercado español aumentará en torno a un 65 por ciento para finales de 2007 cuando el resto de mercado europeo crezca un 40 por ciento.
Una de las razones de ello ha sido, en palabras de Zengerle, la elección de Barcelona como puerto de embarque. Desde aquí ya partía el Norwegian Jewel. Ahora, el Norwegian Gem realizará, de mayo a noviembre de 2008, un total de 28 cruceros de siete noches por el Mediterráneo occidental desde la capital catalana. “España es un mercado muy importante desde el punto de vista estratégico, debido, entre otras cosas, a su situación geográfica en el Mediterráneo”, sostiene.
De acuerdo con un reciente estudio efectuado por la compañía, el 80% de los pasajeros españoles de NCL escoge Barcelona para sus cruceros, un 8% elige Dover para viajar por el mar Báltico y el 12% se reparte entre los demás destinos de la naviera, como Hawai, Caribe, Alaska y Sudamérica.
En España, la compañía está representada por Un Mundo de Cruceros, dirigida por Juan Rodero. Respecto a las particularidades del cliente español, Rodero indica que le gusta viajar en compañía, disfrutar de la gente y de la familia, pero sobre todo, lo que más le diferencia de clientes de otras procedencias es “su costumbre por comer y cenar más relajadamente y más tarde, lo cual encaja perfectamente en la oferta de NCL”.
En este sentido, añade que con el objeto de satisfacer las necesidades específicas del consumidor español, “NCL potenciará el servicio de asistencia en español, creará un programa de espectáculos para 2008 que no dependa de los idiomas y por supuesto, continuará con la amplitud de horarios en los restaurantes que proporciona la oferta del free-style cruising que caracteriza a la compañía”.
Para Rodero, este concepto innovador está especialmente creado para responder a las necesidades del pasajero de cruceros de hoy en día: “Un máximo de libertad y flexibilidad en cuanto a restaurantes, vestimenta y entretenimiento junto con un excelente servicio crean el ambiente perfecto para una experiencia única de vacaciones”, describe. l

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