Lleva unos meses en funcionamiento y, desde el principio, La Barra del Cacique en Madrid ha llegado para convertirse en una referencia, al igual que el resto de sus locales hermanos. A saber: El Cacique, La Lumbre y la otra Barra Del Cacique (estos dos últimos en La Moraleja). De hecho, fue precisamente el éxito de La Barra de La Moraleja, el que impulsó a la familia Feldmann a inaugurar el local de Madrid.
“La Barra del Cacique en La Moraleja fue todo un acierto y decidimos montarlo en Madrid. Y en el poco tiempo que llevamos ya hemos comprobado que la gente lo que quiere es un lugar bonito, en el que se coma bien, a un precio muy bueno. Menos de 25 euros. Como es un concepto de tapas y raciones, puedes comer por quince euros, por veinte…”, explican desde la compañía.
Así, lo primero que llama la atención en La Barra del Cacique de Madrid, antes de haber degustado ninguno de sus platos y tapas de cocina mediterránea, son sus ventanales que enlazan a su gran terraza a pie de calle, en esta época del año siempre llena. Al entrar en el comedor una inmensa barra de mármol indica al comensal el porqué de su nombre y preside, junto a un cuadro de Abrahán de la Calle, el elegante multiespacio en madera con mesas altas destinadas al picoteo y mesas bajas, para aquellos que prefieran una visita más relajada.
La cocina del local está abierta desde las 08:00 de la mañana hasta las 02:00 de la madrugada, de modo que La Barra del Cacique de Madrid ofrece la posibilidad de degustar su cocina de producto en cualquier franja horaria, comenzando por el desayuno, y terminando en la cena. Es destacable la gran carta de cervezas y, para la tarde noche, la oferta de originales cócteles y destilados premium, entre los que destacan sus mas de siete marcas de ginebras y whiskys especiales. Además, a partir de este mes habrá una noche de música en directo a la semana (www.lalumbre.eu).
Tradición hostelera
La historia del grupo El Cacique se remonta al año 1973, cuando el patriarca de la familia, junto a su mujer, se decide a abrir las puertas del primer local de este mismo nombre, que se convertía en un precursor de la gastronomía argentina en España, en una época en la que aún se encontraba poca competencia. Con este primer local se establecían las bases de lo que había de ser después el grupo como, por ejemplo, la decoración, siempre muy cuidada: El Cacique mantiene hoy la misma que, en su día, era bastante rompedora.
Los Feldmann atendían ellos mismos a los comensales, aportando frescura a una época muy sobria. Después llegaron los hijos, que fueron incorporándose paulatinamente al negocio. Chavi y Erika, estudiaron hostelería en Suiza; Romy se encargaba más de las labores de marketing y comunicación… y el negocio evolucionaba aunque sin perder sus tintes de empresa familiar donde siempre hay alguno de los Feldmann en los locales y donde el trato es muy, pero que muy cuidado. Una política de empresa que requiere mucho respeto además de tener todas las áreas de actuación perfectamente delimitadas.
Así, con El Cacique convertido ya en un local de éxito, llegarían los establecimientos de La Moraleja y recientemente, el último de Madrid. Todos con un denominador común: emplazamientos donde las auténticas estrellas son, la interesante decoración, basada en la madera y el marmol y, por supuesto, el producto. El elaborar todos los platos con una materia prima muy cuidada, procedente de proveedores artesanos.
De este modo, el grupo ha dado vida a lo que desde allí no han dudado en denominar ruta del producto que se realiza semanalmente. Dicha ruta está compuesta por distintas zonas geográficas desde donde llegan las mejores materias primas: los Montes de Toledo, la Dehesa extremeña o la zona de la Vera… donde se busca siempre a esos proveedores artesanos. Como resultado, por ejemplo, la Lumbre del Cacique ofrece una gran selección de carnes: cabrito asado al horno de leña, lomo alto de vaca al carbón, jarrete de ternera lechal y patata rota, etcétera. Una excelencia en el producto que ha dado lugar a una nueva rama de negocio: el servicio para llevar o take away, que funciona especialmente bien en Navidad o en periodos vacacionales.
JRN
