Los resultados del estudio de DBK reflejan que, a pesar del descenso, este segmento siguió ganando cuota en el mercado de la restauración gracias a su ventaja competitiva en precio. Cerca del 90% del mercado corresponde al servicio en mostrador, que creció un 0,4% con unas ventas de 2.425 millones de euros. Por su parte, la facturación del servicio delivery disminuyó un 6,7% hasta alcanzar los 280 millones.
En el segmento de las hamburgueserías el número de locales creció en 45 unidades, hasta los 1.110 establecimientos, y su volumen de negocio se situó en 1.445 millones de euros, un 1% más que en 2012.
La facturación de las bocadillerías se mantuvo estancada en unos 515 millones, ya que el crecimiento de algunas de las principales cadenas se vio contrarrestado por el cierre de locales de otras de tamaño mediano.
El número de pizzerías mantuvo su tendencia a la baja con el cese de unos 40 establecimientos, hasta situarse en 1.090, y el descenso del 7,1% de su facturación (460 millones).
Las previsiones para 2014-2015 apuntan a una evolución positiva de las ventas de los establecimientos de comida rápida y a domicilio, con una progresiva recuperación del consumo privado y de crecimiento de la oferta. Así, en 2014 la facturación podría crecer en torno a un 2%.
