Por una parte, la enseña explotará el concepto de Cervecería, que requiere unas dimensiones mínimas de 100 metros cuadrados y su actividad se centra principalmente en la de una cervecería tradicional, con una amplia carta de tapas y raciones. Los productos no precisan casi elaboración, por lo que las necesidades de personal serán mínimas y el local no necesita salida de humos. La inversión es de unos 250.000 euros.
La otra opción es la Cervecería-restaurante, de al menos 200 metros cuadrados donde ya existen dos zonas diferenciadas, la de cervecería y la de restaurante. La oferta gastronómica de este modelo es más amplia y su inversión gira en torno a 335.000 euros. l RN