Entre otras cosas, estas innovaciones obedecen a los cambios observados en la demanda, como la necesidad de apostar más por los entrantes y los platos para compartir o la de ofrecer más tipos de vinos. También se han actualizado las técnicas de elaboración y se han renovado las propuestas desde el punto de vista estético, dietético y conceptual. Hasta el 31 de diciembre, Paradores contaba con siete cartas (restaurantes, vinos, postres, bar, minibar, niños y desayunos), que han sufrido importantes cambios, y se han añadido dos más, una para bebés y la del servicio de habitaciones.
La carta-menú del restaurante se abre con una propuesta que, bajo el epígrafe Cocina de almuerzo, ofrece un menú adecuado a la temporada y al lugar donde se ubique el Parador. Además, la carta se ha agrupado en seis familias de platos: platos para compartir, ensaladas y verduras, sopas, cremas y guisos, pastas y huevos, pescados y carnes. Como complemento a la carta del restaurante se incluye una nueva carta de postres adecuada para celíacos, diabéticos y vegetarianos. Los postres también se agrupan en categorías: la especialidad, los tradicionales y de fiestas, con frutas y yogurt, con cereales y frutos secos, y sin azúcar.
Por su parte, la carta de vinos pretende ser un escaparate de la realidad vinícola española. Cada parador dispondrá de cien referencias, de las que veinte reflejarán la tierra en la que éste se asiente. Es reseñable también, la introducción de una carta para bebés, de seis a 18 meses, con tarritos de verduras, pescados, carnes y frutas. Para los niños de 18 meses a tres años se ha diseñado menús compuestos por pastas, carnes con arroz o verduras, pescado en crema o postres lácteos o de fruta.
En cuanto a la carta infantil, ésta ofrece cuatro menús o menudines, que incluyen, por doce euros, un plato principal y siete acompañamientos. El menudín de la granja incluye, por ejemplo, arroz blanco con huevo y salsa de tomate, acompañado de salchichas, empanadillas, jamón cocido, cogollo de lechuga, plátano frito y otros dos seleccionados por la cocina de cada parador.
También es de nueva creación la carta de servicio de habitaciones. La selección incluye ensaladas, sopas, degustaciones de embutidos, carnes, pescados, postres y una selección de vinos, correspondiendo a cada parador el diseño de su propia oferta. Asimismo, la carta de bar incluye una amplia selección de platos para compartir, bocadillos y bebidas, infusiones y cafés. La colección de cartas se completa con otras dos: la de desayunos y la de minibar, que incluyen sus contenidos habituales.
