Pese a la crisis, el pasado 2009 fue un año importante para la compañía, con la apertura de dos Fishop, un nuevo concepto de pescadería moderna y restaurante, donde se mezclan los sabores mediterráneos con los orientales; y la incorporación del mítico restaurante La Masía d’Esplugues. De hecho, y aunque no cuentan con unos planes de futuro fijos, entre sus metas está tanto la recuperación de establecimientos emblemáticos, como La Masía; como la expansión de la marca Fishop, tanto dentro como fuera de Cataluña.
¿Cuál el secreto para haber mantenido el grupo familiar entre los más importantes del sector?
Pues pensar cada día que es el primero. Pero nosotros no nos sentimos importantes. Somos una familia sencilla y trabajadora que aborda con mucho entusiasmo cada jornada laboral. Además, cada día agradecemos a clientes, amigos y colegas que pasen por nuestros locales. Así lo hemos hecho desde el primer día y así les hemos enseñado a nuestros hijos a hacerlo, ahora que ellos están cogiendo el relevo. Porque aquí, aunque yo sea el patriarca, y mi mujer el motor de la familia y del grupo –hay que recordar que sin ella el Grupo Travi no existiría, pues era de su familia el restaurante Can Travi-, nuestros hijos son el futuro: Ernest, Eduard y Pepe.
Fundado en 1982, el grupo ha ido creciendo poco a poco hasta lograr los ocho locales actuales ¿Cómo han conseguido el engranaje?
Nuestra filosofía es mantener cada local de forma independiente. Hablamos de grupo porque, sí, todos pertenecen a la misma empresa, pero cada restaurante es autónomo, con su propia cocina, sus compras, su personal, sus objetivos, su propia personalidad.
¿No disponen entonces de una central de compras, ni de cocina central para agilizar los procesos?
No como tal. Sí contamos con una persona, Carles Pallarés, responsable de compras, que se encarga de buscar al mejor proveedor, pero cada chef, de cada local, compra directamente con el proveedor que quiere, dentro de los que ya trabajan con el grupo. Y tampoco tenemos, ni hemos pensado nunca en tener cocina central, precisamente por mantener el carácter independiente de cada local. Además, sería meternos en algo que desconocemos.
Sin embargo, esa filosofía de grupo pero con restaurantes independientes la han roto con Fishop, ya que han abierto un segundo local con la misma enseña.
Sí, pero porque Fishop es totalmente diferente a lo que habíamos hecho hasta ahora. Es un concepto creado por mi hijo Eduardo y su amigo el chef Marc Gascons (de Els Tinars, con 1 estrella Michelin), y funciona totalmente diferente al resto del grupo. Fishop sí nace con el objetivo de formar una cadena, porque parte de un patrón que se puede aplicar a más de un local. Es más, la intención es abrir más Fishop a medio y largo plazo y llevar el concepto fuera de Cataluña. Primero abriremos posiblemente otros locales en Cataluña, y después en España e incluso podemos llegar fuera del país.
¿Cuál es su política de expansión para los próximos años?
Dada la situación actual de crisis no podemos tener unos objetivos claros. Si viviéramos otra coyuntura económica posiblemente tendríamos más claro lo que podríamos hacer, pero ahora es imposible. Sí es cierto, que queremos seguir recuperando establecimientos emblemáticos como la Masía d’Esplugues, que recientemente hemos adquirido. Fueron los propios dueños del local los que nos la ofrecieron, porque conocían nuestra pasión por los lugares clásicos. Y estas aventuras nos encantan. Por otro lado, también podemos asegurar es que a final de año habrá más Fishop en Cataluña, probablemente en Girona.
¿Cómo se embarcaron en un proyecto tan diferente al que estaban habituados a desarrollar, teniendo en cuenta que sus otros locales son restaurantes de cocina tradicional, ubicados en locales emblemáticos?
Como digo, la idea nació de mi hijo y su amigo. Ellos plantearon hacer algo diferente y les ha salido bien, incluso creo que el éxito les ha sorprendido a ellos. En Fishop hay varias ofertas en un mismo espacio: se vende pescado fresco de lonja, se vende también para llevar cocina japonesa, y también se puede comer en el local tanto el pescado que el cliente elije del mostrador, así como platos japoneses y otros creados por el propio Marc Gascons; y después, un día al mes se convierte en local de moda con las sesiones de Dj con cena y música en directo. Creo que el local incluso ha marcado un antes y un después, ha creado una moda en la restauración barcelonesa.
De hecho, como grupo cuentan con una política de marketing muy rompedora, con descuentos, ofertas…
Sí, nos gusta cuidar mucho nuestra imagen y nos gusta cuidar mucho al cliente, porque cada cliente es como un tesoro. Intentamos que cada uno de ellos se sienta mejor que en casa cuando vienen a nuestros locales.
¿La imagen y el marketing les ha ayudado en esta crisis?
Siempre ayuda, pero es que la crisis nos ha afectado y mucho. Miramos de pasarla como podemos. Sobre todo, hemos rebajado plantilla, ahora tenemos unos 320 trabajadores. Siempre hemos cuidado mucho al equipo humano, pero en estos tiempos hemos tenido que hacer un recorte.
¿Han aumentado la rotación?
No, porque intentamos que el personal dure mucho con nosotros. Al principio contábamos con gente del país, luego ha sido cada vez más complicado y hemos buscado inmigrantes. Los formamos en casa con el objetivo de que se queden con nosotros y por eso tenemos muy poca rotación.
Respecto a las inversiones en maquinaria y tecnología para las cocinas, ¿cómo trata el Grupo Travi este aspecto?
De hecho se encarga mi hijo Eduard. Todas las cocinas están equipadas con lo último de lo último, porque pensamos que renovar la cocina es dar más calidad al cliente. Por ejemplo, en Fishop hemos contado con la colaboración de García Casademont y en el Xalet con Adisa. No tenemos un proveedor fijo, porque siempre estamos pendientes de lo que nos guste más. La cocina es sagrada, es el templo, y como tal lo cuidamos y equipamos. Pero es que también cuidamos mucho el menaje y la decoración. Por poner un ejemplo, Fishop de Bulevard Rosa, en Barcelona, nos costó un millón de euros.
¿Cómo afrontan el futuro?
Pues con ilusión y cautela. El futuro está en manos de mis hijos.
El Grupo Travi es uno de los más estables y consolidados del panorama gastronómico barcelonés. Fundado en 1982 con la apertura del restaurante Can Travi Nou -una masía del siglo XVII propiedad de la familia-, el grupo siempre ha estado en manos de la misma familia; y aún sigue estándolo, ya que ahora también cuenta con la activa participación de los hijos de los fundadores, Josep Soler y María Teresa Ribatallada.
Negocios-marcas
• Can Travi Nou: Ubicado en una masía catalana de principios del siglo XVII, fue inaugurado en 1982 y es el origen del Grupo. Cuenta con una capacidad para 400 comensales más 350 en los jardines. La encargada sigue siendo hoy Mª Teresa Ribatallada, fundadora del Grupo. Chef: Josep Abella.
• Can Cortada: Antiguo castillo del siglo XI, desde 1994 forma parte del Grupo Travi. Su capacidad es de 600 personas en salones y 300 en jardines. Chef: Antonio Campos.
• El Xalet-Montjuïc: Inaugurado en 2004, este espectacular local está ubicado al lado de las piscinas municipales Picornell, en lo alto de la montaña de Montjuïc. Capacidad para 350 comensales en el interior, 550 en el exterior. Chef: José Antonio Gallardo.
• El Pintor: Ubicado en el barrio gótico de Barcelona, cuenta con una capacidad para 80 comensales. Chef: Francisco Luque.
• Hotel Colors: Es el primer establecimiento hotelero del Grupo Travi, que en su filosofía es desenfadado, moderno y acogedor. 25 habitaciones.
• Fishop: En 2009 inauguran el primer local en el Bulevard Rosa de Paseo de Gracia (Barcelona). Meses más tarde, en verano, abren otro local más pequeño en Plataja d’Aro (Girona). Se trata de un nuevo concepto de restaurante y pescadería informal donde se mezclan los sabores mediterráneos con los japoneses. La idea original, impulsada por Eduard Soler y Marc Gascons, surge de la intención de ofrecer pescado de máxima calidad elaborado desde la tradición catalana a la japonesa. También ofrecen servicio de catering. Chef asesor: Marc Gascons.
• Borda Can Travi: Ubicado en el Principado de Andorra, el restaurante es una muestra de la construcción rural típica de la zona. Capacidad en el interior para 110 personas, 50 en el jardín. Chef: Richard Schapira.
• La Masia d’Esplugues: Ubicado en un edificio emblemático, funciona como restaurante desde hace más de 50 años, aunque fue adquirido por el Grupo Travi a principios de 2010.
• Catering BCN: Es la división de catering y banquetes a domicilio del Grupo Travi. Abierta en 2007, ofrecen servicio desde 2 a 3.000 personas. Cuentan con una brigada y material fija. En 2009 ofrecieron unos 35 servicios.
Grupo Travi
Año de fundación: 1982
Dueños: Familia Soler Ribatallada
Facturación año 2008: 20 millones de euros
Precio medio: 35-60 euros
Visitantes/año: Alrededor de 306.000
Número de empleados: 320
