En un local de Charlotte
Wills propuso la reunión en un local sito en el sevillano barrio de Triana y allí acudieron Restauración News y sus clientes-anunciantes que querían conocer el concepto. Sentados en torno a las mesas del propio local y con la presencia de Javier Lagares, gerente-propietario de dicho establecimiento y de Vega de Seoane, también propietario de otro local y de diversas enseñas de restauración (hasta nueve),el fundador de este concepto lo describió como “cinco negocios en uno” ya que la explotación del local muta con los motivos y momentos de consumo: desayunos (cafes y tes); refrescos (smoothies),cervezas y comidas, meriendas (chocolates y helados) para, finalmente, copas; sin menoscabo de servir a altas horas de la madrugada comidas, en especial pasta, pizza, rissotos y bocadillos.
El concepto precisa pues de tres turnos de empleados, de modo que se vayan relevando a medida que transcurre la jornada. El foco del negocio, señaló Wills, son las copas pues es cierto que pocos coffee-bars siguen abiertos hasta la madrugada para servir copas y coctails. Así pues, el elemento diferencial es la coctelería, para lo cual se asiste a Fair Club, una escuela que forma bartenders y diseña coctails.
Su sistema operativo es sencillo: equipos orientados a la venta en el propio front office y un pequeño back office permiten atender a la clientela, que acepta una decoración (en la que interviene principalmente Bruno Bermúdez, interiorista y responsable de de obras), que varía según el tamaño del local, la implantación e incluso la ciudad en la que abre.
En cuanto a las compras, Charlotte se apoya en un almacén mayorista de la zona, Suministros Maestre, que se encarga también de la función de distribución a los locales. El gran proyecto de 2011 consiste en que el almacén central se dote de cámaras frigoríficas.
Wills negocia con primeras marcas con el fin de que la calidad de lo ofrecido sea la mejor, al mejor precio. Tarea faraónica, ya que la carta del restaurante, en la actualidad, ofrece una gran variedad de comidas y bebidas.
Una cadena de veinte locales
Bajo esa filosofía de trabajo, Charlotte está iniciando 2011 con una veintena de locales. El último de los cuales está situado en Girona. Pero la implantación de la marca se ha llevado a cabo en toda la península e incluso en Baleares (ejemplar el de Ibiza) y Canarias (Tenerife) e incluso en Ceuta. Concepto que ha tenido gran aceptación en poblaciones de tamaño intermedio como Martos, Benavente, barrios de Madrid… sin menoscabo de abrir en Alicante, Sevilla, Jerez o Barcelona.
Wills declaró que, si bien su plan de expansión contempla una apertura al mes, ante la recesión económica actual, han decidido establecer una apertura para cada dos meses. Y eso que posee una elevada cartera de contactos firmes (la mayor parte procedente de su presencia en las redes sociales) como para abrir más deprisa.
La sorpresa empezó cuando Wills se pronunció como “mas hostelero que franquiciador” y lo argumentó: a sus afiliados no les cobra ni canon ni royalty; los locales no poseen una decoración standard y la carta ofrecida se modula de acuerdo con el target principal que atender. Por ejemplo, no es fuerte en comidas y sí en desayunos o coctails. Otra característica es que la empresa afiliada puede comprar a otros proveedores que a los que la central señala como homologados. E incluso el logomarca puede variar según la decoración.
¿Sucursalismo franquiciado o compartido?
Los asistentes se preguntaron en el coloquio si Charlotte se consideraba un concepto franquiciable y Wills se vio arropado por los dos empresarios asistentes a la reunión, de cara a sostener que la franquicia en restauración ata demasiado para que un emprendedor se sienta cómodo y que el modelo creado se adecuaba mucho mejor a la respuesta que un futuro profesional de la hostelería desea, si ha de decidir incorporarse a un modelo de integración empresarial. Apoyo que Wills agradeció puntualizando que no están cerrados, sin embargo, a una integración de rango superior, llegado el momento.
Después de la reunión y con la habitual hospitalidad andaluza pudimos conversar con los afiliados a Charlotte y confirmar que, por ejemplo, el local de Triana, abierto el 24 de agosto pasado, estaba a punto de recuperar la inversión realizada, con una elevada satisfacción por los servicios ofrecidos desde la central. Entre los asistentes se comentó que quiza Sylvain Wills, profesional procedente de la gran distribución, estaba creando, queriendo o sin querer, una nueva vía de integración empresarial en la hostelería.
Se repasó por ellos las características de las cadenas voluntarias de retail, pero vieron que el vinculo mayorista/detallista no existía como tal, que el sucursalismo franquiciado no regía tampoco y que quizá sí el de tipo compartido, si bien con unas peculiaridades que puede que den paso a algo heterodoxo, conceptualmente hablando, pero ágil, eficaz y terrenal: la unión de emprendedores de hostelería para desarrollarse profesionalmente, ganar dinero y ofrecer un buen nivel de servicio.
JRN
