Algunas de las ‘desafortunadas’ conclusiones que se han obtenido a raíz de dicho estudio son, por ejemplo, que uno de cada cinco niños confunde los nuggets de pescado con los de pollo; uno de cada tres cree que el queso procede de plantas y uno de diez cree que los tomates nacen bajo el suelo.
En cambio, gracias a lo que les enseñan en los colegios, conocen bastante sobre alimentación equilibrada y son capaces de combinar distintos tipos de alimentos, en función de que se complementen con vistas a objetivos de nutrición.