Por su parte el Gremio de Restauración de Barcelona cree que es un agravio comparativo para los restaurantes de más de cien metros cuadrados el hecho que se vean obligados a instalar zonas para fumadores y no poder elegir ser o no fumadores en su totalidad, como ocurre con los locales más pequeños. Según el estamento presidido por Gaietà Farràs, la mayoría de los restauradores considera que la Ley afectará a su facturación.
Dice el Gremio que los datos y las impresiones registradas en Cataluña son extrapolables al resto de España. Sin embargo, la Ley prevé que sean las comunidades autónomas las responsables últimas de desarrollar su implantación territorial. Este punto ha dado lugar a que las restricciones sean distintas dependiendo del territorio. Baleares ha decidido que continuará aplicando la Ley Autonómica, lo que significa que los locales de menos de cien metros cuadrados que permitan fumar deberán habilitar una zona para los no fumadores. En el otro lado, la Comunidad de Madrid ha asegurado que desarrollará un reglamento mucho menos restrictivo, para respetar los derechos de los no fumadores.
En cualquier caso, parece que no convence a nadie. Nada le sienta peor a la coyuntura económica que la incertidumbre. El dinero necesita un marco estable.
