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Fastvínic, la revolución del ‘fast food’ eco y de calidad

Fastvínic, gestionado e impulsado por el mismo equipo de su vecino y hermano Monvínic, rompe estereotipos y pretende crear una nueva tendencia en Barcelona: la de la restauración eco-sostenible.

Sus bases eco van desde la propuesta gastronómica al interiorismo y llegan hasta el back-office. Como espacio gastronómico, el chef Sergi de Meià (también cocinero de Monvínic), ofrece una amplia selección de bocadillos elaborados con las mejores materias primas, productos de proximidad y ecológicos que se convierten en deliciosos bocados, acompañados por una selección de una veintena de vinos también catalanes y la mayoría ecológicos, seleccionados por el sumiller de Monvínic, César Cánovas.

Productos ecológicos y de proximidad
Todo ello se ofrece de una manera novedosa. La cocina-obrador está en la entrada del local y a la vista del cliente, que puede ver cómo elaboran al momento su bocadillo, ya sea a través del vidrio, o en unas pantallas gigantes que proyectan paso a paso la elaboración de su sándwich. Mientras espera, el cliente también puede servirse él mismo el vino elegido, gracias a unas máquinas de autoservicio dispensadoras de vino. Y es que, en Fastvínic se concibe todo como autoservicio (como cualquier otro fast-food). La cocina está abierta ininterrumpidamente desde las 8.00 a las 23.30 horas para ofrecer desayunos, comidas, meriendas, cenas y tentempiés.

Pero Fastvínic se quiere diferenciar del resto de establecimientos de comida rápida por la calidad, que no por los precios (bocadillos de 4 a 11 euros). Para cada tipo de bocadillo se busca el de pan más adecuado (coca de Folgueroles, viena, de cereales, de maíz, payés…) y se ponen de relieve las mejores materias primas de cada temporada a través de bocadillos como el de lomo con mostaza y miel, el de trucha de Tabascán, el de pollo de payés rustido o el de perdiz a la vinagreta. Sin dejar de lado los tradicionales embutidos catalanes -con la excepción, eso sí, del jamón ibérico puro de bellota-. “Queremos que el bocadillo sea el vehículo de acceso a productos de alta calidad y que el público cambie se opinión sobre ellos, porque aquí rompemos esa idea de que el bocadillo ha de ser una comida rápida y de baja calidad: aquí elaboramos bocadillos con ingredientes de primera, demostramos que se puede acceder a una oferta culinaria de calidad a través del bocadillo”, subraya Ferrer Salat. Efectivamente, tal y como añade el cocinero Sergi de Meià, “queremos ofrecer lo mejor de aquellos productores vecinos que hemos buscado y seleccionado, siempre bajo la premisa de la calidad”. Así se forma la carta de Fastvínic, cambiante sujeta al producto estacional. “Es una nueva generación del fast-food, porque queremos ofrecer auténtico producto de temporada, ya que hasta ahora, la denominada ‘cocina de mercado’ se había desvirtuado mucho, ya que en el mercado también se encuentran productos importados que no son de temporada; nosotros vamos más allá, al ofrecer cocina local y estacional”, explicó Ferrer Salat.

Interiorismo y diseño eco sostenible
Pero quizás lo auténticamente novedoso del Fastvínic es su concepción de establecimiento eco-sostenible. El estudio Alfons Tost Interiorisme, encargado del proyecto, ha logrado un establecimiento absolutamente autosuficiente. De hecho, el compromiso de sus impulsores es conseguir en breve la certificación energética y medioambiental LEDD (Liderazgo en Diseño Energético y Medioambiental), otorgada por el Green Building Council de EE.UU. “No es solamente una idea, sino que estamos absolutamente convencidos de que éste es el camino a seguir, porque es un compromiso con todos nosotros, con las generaciones futuras y con el planeta”, reitera Ferrer Salat. Esta apuesta pasa, por tanto, por interiores funcionales, materiales y mobiliario ecológicos (en los comedores hay dos máquinas de selección y reciclaje de orgánico y de plásticos y latas), máximo ahorro energético e hídrico y la garantía de que todos los residuos y emisiones contaminantes se minimizan y se gestionan adecuadamente. Todo esto, tal y como el propio Ferrer Salat subraya, ha contado con el asesoramiento de Eco-Intelligent Growth, con el fin de conseguir el certificado LEED. El reto, asumido por el propio Alfons Tost, responsable del interiorismo, y por Ferrer Salat, propietario, es convertir Fastvínic en un referente en Cataluña y en España.

JM.M.

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