La carrera profesional Oscar Manresa, ahora tras los fogones de uno de sus últimos restaurantes, ha sido escogida por dicho centro como una muestra significativa de quien ha hecho “de sus sueños personales, un éxito empresarial”. Unos sueños profesionales que se han materializado en la apertura de varios locales de restauración, todos ellos en funcionamiento todavía hoy, y bajo el paraguas del Grupo Costa. Empezó en 1998 con El Magatzem del Port, uno de los restaurantes marineros que
siguen ocupando los ansiados locales del Port Vell de Barcelona; le siguió en el 2000 Le Kashba, un bar de copas; en 2001, La Torre d’Altamar, un restaurante de cocina de altura en lo alto de la torre del teleférico en el Puerto de Barcelona; en 2005, continuó con Red Lounge, un bar y restaurante que actualmente funciona como sala de fiestas privadas; en 2009, hizo realidad uno de sus grandes sueños con el restaurante-chiringuito Kauai, en Gavà; en 2010, junto a RomainFornell abrió la coctelería Rien de Rien, en el Hotel Palace de Barcelona; y en 2011 abrió la pizzería-restaurante Los Soprano, también en Gavà.
Para Oscar Manresa su trayectoria “ha sido, es y será como una aventura, llena de sensaciones, de retos y de objetivos que poco a poco se han ido superando y obteniendo; me he equivocado muchas veces pero lo errores me han servido para mejorar”.
¿Recuerda el día que decidió dedicarse a la restauración?
Estaba trabajado en una multinacional taiwanesa de informática, viajando bastante. Un día, en el hotel Concorde Lafayet de París, en un meeting de tarjetas gráficas Diamond, me llamó mi mujer y me dijo que la policía judicial estaba investigando irregularidades en la empresa que yo trabajaba. Ese día decidí trabajar para mí; y en quince días estaba intentando aprendiendo a cocinar.
Has sido el único restaurador incluido en la recopilación “50 Historias de Éxito” de EADA. ¿Qué supuso para usted y por qué cree que ha sido el elegido?
EADA fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, sobre todo, cuando has tenido que trabajar desde los 16 sin poder estudiar y a los 30 empiezas a dar forma teórica a todas tus experiencias… Es una gozada, disfrutas y haces disfrutar a los demás. Después de esos años en EADA, siempre han contado conmigo para dar alguna que otra charla a alumnos de postgrado, o del programa Hospitilty, y la verdad es que me encanta compartir mis experiencias. Supongo que por eso y por mi optimismo me seleccionaron.
Socio y copropietario del Grupo Costa, gestiona algunos de los restaurantes más emblemáticos y exitosos de Barcelona (de la ciudad y también ahora de Gavà) ¿Cuál es el secreto?
Bueno, si supiera el secreto sería adivino, solo sé que trabajo mucho, soy autodidacta, esté donde esté estoy pensando en cómo mejorar mis negocios, mi persona…, y me
gusta mucho. También siempre he dicho que he tenido la suerte de rodearme de personas y profesionales mejores yo.
¿Por qué nunca ha decidido lanzar una franquicia, sino siempre abrir marcas diferentes e independientes?
En las franquicias todo es lo mismo, no puedo crear, no puedo inventar nuevas ideas, no veo cómo evolucionan, por eso, creo que es aburrido.
¿No han pensado alguna vez en centralizar algunos procesos culinarios?
Sí, alguna vez lo hemos pensado. La verdad es que tenemos un obrador de pastelería pero por el momento preferimos cocinar al momento y cerca del cliente.
¿Hay algún denominador en común en todos los locales del grupo?<
El denominador común creo que es el de la localización, porque creo que es un valor añadido muy importante. Una buena localización de tus locales te da mucha seguridad.
¿Con cuál se quedarías y por qué si le hicieran escoger sólo uno?
Es difícil, porque todos tienen una historia, una ilusión, un proyecto, un objetivo, pero si me tuviera que quedar con uno siempre sería el último, en este caso, Los Soprano, la pizzería de Gavà.
Con Kauai volvió a sus orígenes de cocinero y resultó todo un éxito. ¿Por qué cree que ha calado tan bien en una época en la que están cerrando tantos restaurantes? ¿Por qué decidió volver a la cocina?
Creo que con la crisis algo estaba cambiando, la sociedad necesitaba divertirse con los suyos, con su familia con los niños, y claro, en un espacio privilegiado como la playa y a un precio del momento… Kauai Gava Mar. Mi apuesta fue clara : una cocina fácil, sin complicaciones, y con buen producto. Y lo de volver a la cocina, pues como llevaba tres años solo en la gestión, tenia ganas de cocinar y de volver a sentir el calor de los fuegos, y aquí estoy.
Con Los Soprano entra en el mundo de la pizza. ¿Por qué este nuevo rumbo?
Los Soprano llegó después de un análisis de la zona donde tenemos el local, de la situación económica y de la necesidades de la personas de Gavà. Un pizzeria era el proyecto perfecto.
Rien de Rien Cocktail Club es también un negocio diferente del que hasta ahora tenía. ¿Qué le lleva a abrir una coctelería y además en un lugar como el Palace (y en colaboración con Romain Fornell)?
A los quince años tocaba la guitarra con Loquillo y Carlos Segarra, de los Rebeldes. La música siempre ha sido mi profesión frustrada, me encata el Rock and Roll, y cuando Romain Fornell me ofreció el local, lo vi claro: una localización perfecta, un espacio
con historia… Lo veía como un club de NY, con música en vivo, cocktails, glamour… y un socio como Romain es un lujo, porque es una gran persona y gran chef.
¿Cuál sería su próximo “capricho” empresarial y gastronómico?
Mi cabeza no para y pronto llegarán cosas que todavía no están en mi curriculum como una barra de tapas y una hamburguesería.
Nadie diría que pasamos por una de las peores crisis del sector. ¿Cuál es la fórmula que recomienda para poderla capear lo mejor posible?
Siempre digo que es el momento de meterse en el congelador y esperar, ser conservador, pero a mí no me gusta el pescado congelado, por eso ahora creo que es el momento de hacer cosas, porque si no ¿quién va a levantar este país. JIsabel Acevedo