El prestigioso chef Paco Roncero ha presentado la nueva imagen de La Terraza del Casino. Una nueva etapa en la que el espacio, situado en el NH Collection Casino de Madrid, se convierte en un escenario donde dejar volar la imaginación gracias a su propuesta gastronómica y el cambio en la puesta en escena, obra del diseñador Jaime Hayon.
En esta nueva etapa, momentos como el servicio de pan o la puesta en escena del dulce, evolucionan y cobran protagonismo en una nueva manera de entender el servicio de sala. Además, la interactuación con el comensal se convierte en el plato fuerte haciendo de la experiencia en el restaurante una verdadera performance gastronómica, donde se involucran desde cocina a sala para ofrecer un espectáculo que se saborea con los cinco sentidos.
Tanto la tradición como la vanguardia española de Roncero, como la mejor cocina internacional, están presentes en la carta de La Terraza del Casino. Grandes influencias de todas las culturas gastronómicas que se unen para dar origen a ejemplos como la Gamba Americana, la Kokotxa al Pilpil de Curry y el Gallo a la Royal con Mole. Creaciones donde se fusionan los grandes clásicos de la cocina internacional, y donde la excelente materia prima acapara toda la atención consiguiendo una experiencia única al paladar.
Jaime Hayon, por su parte, ha sido el encargado de dar una nueva vida al restaurante, convirtiéndolo en un espacio cálido donde la creatividad y la imaginación dan rienda suelta. En esta etapa, el espacio sorprende con líneas suaves, formas redondeadas y divertidas tan características del mundo de Hayon. Todo ello en tonos azules y verdes aguamarina, sobre los que destacan elementos decorativos dorados. La Terraza del Casino siempre ha sido una plataforma de experimentación para mí, un templo de la gastronomía pero también un lugar donde el interiorismo se convierte en arte donde fluye el color y los muebles narran historias los detalles que cuentan sueños.
Y también la imagen de los camareros también cambia de la mano de Tom Black. Uniformes inspirados en la belleza del lugar, el ecosistema que se crea en una cena en el Restaurante de Paco Roncero, y en la cercanía de su personal, además de hacer guiños a algunos colores presentes en la decoración obra de Hayon.
