La multinacional, que tendrá que pagar 1,3 millones de euros, a menos que recurra la multa, ha declarado que “cumple la legislación brasileña y que sigue un riguroso código de autorregulación publicitaria”, si bien, hace dos años, según la agencia EFE, las autoridades del pais recomendaron a McDonald’s y otros competidores, no entregar juguetes en los menús de niños para no incitarles a una alimentación poco saludable.
Mientras, en la ciudad estadounidense de San Francisco (la primera del país que toma esta medida), se ha aprobado la prohibición de incentivar con regalos el consumo de menús infantiles en establecimientos de fast food, a menos que mejoren sus valores nutricionales.