El Feng Shui tiene en cuenta pues una serie de aspectos del entorno espacial en el cual vivimos o trabajamos, y que ejercen una influencia sobre nosotros: la ubicación, la orientación y la disposición de espacios, elementos y personas; o las formas, los materiales y los colores en la decoración.
Con este fin -y para que la aplicación sea lo más precisa y efectiva posible- combina distintos aspectos que desde la perspectiva occidental llamaríamos psicológicos, antropológicos, simbólicos, funcionales así como geológicos. El objetivo es que los lugares sean funcionales, confortables y que transmitan un mensaje positivo.
Mediante sus conocimientos, el Feng Shui permite hacer un análisis y evaluación de los condicionamientos favorables y desfavorables de un espacio determinado, así como una propuesta de disposiciones y soluciones. Se ocupa tanto de la ubicación de un edificio, como de sus características y las de sus espacios interiores, siempre de acuerdo a los usos y actividades específicas que debe acoger.
Las dos aplicaciones principales del Feng Shui son en la vivienda y en los negocios. Hong Kong es uno de los ejemplos urbanos donde se aplica de forma generalizada, desde los rascacielos hasta el pequeño establecimiento o el pequeño restaurante. Este modelo ha sido exportado ya al mundo de los negocios en occidente, y encontramos muchas empresas de diferentes sectores que lo utilizan, como pueden ser British Airways, Barclays Bank, Disney, Trump International, Elisabeth Arden, Kellogg’s, Coca-Cola, Microsoft, Panasonic, Hilton Hotels y muchas otras.
El sector de la restauración oriental ha utilizado de forma generalizada el Feng Shui en sus establecimientos, pero cada vez más se ha extendido y adaptado a la restauración occidental.
El objetivo del Feng Shui aplicado a la restauración o en cualquier otro negocio, es disponer y programar los espacios con la finalidad que estos sean el soporte adecuado para la función que deben desarrollar en el marco de la empresa y que contribuyan en la estrategia para el logro de sus objetivos y metas. También lo es que las personas que allí trabajen lo hagan en unas condiciones espaciales adecuadas, tanto a nivel individual como colectivo, según su posición y función laboral. Y finalmente, los espacios deben proyectar la imagen adecuada y la sensación de bienestar a clientes o colaboradores. Ingredientes todos, que van a colaborar para la prosperidad de la empresa.
El Feng Shui en la restauración
Anteriormente hemos visto qué es el Feng Shui y para qué sirve. Vamos ahora a tratar con más detalle su aplicación en los establecimientos del sector de la restauración.
El Feng Shui va a procurar que el espacio de un restaurante sea funcional, sea confortable y transmita un mensaje positivo. La suma de estos aspectos va a favorecer al bienestar y rendimiento de las personas que allí trabajan, al bienestar y la atracción de clientes, a la imagen del negocio y, por lo tanto, va favorecer a la prosperidad de la empresa. Y, para conseguirlo, el Feng Shui va a trabajar con cinco ingredientes principales:
– Distribución adecuada de las dependencias y del mobiliario dentro ellas.
– Equilibrio de espacio vacío-lleno, apertura-recogimiento, luz-oscuridad.
– Tratamiento de materiales, colores, formas y decoración.
– Ubicación adecuada de las personas (trabajadores, clientes).
– Disposición de elementos transmisores de mensajes.
En un restaurante es fundamental el espacio que el cliente va a ver y a estar durante un buen rato. La primera impresión al entrar en un lugar va a predisponer de una determinada manera a la persona, por lo que la fachada de entrada, la puerta y el recibidor deben cuidarse muchísimo. Pensemos que la información que tiene más impacto es aquella que penetra en la mente de una manera inconsciente.
Por otro lado, comer no es solo una necesidad fisiológica que debemos satisfacer, sino que constituye uno de los rituales culturales y sociales más importantes de la humanidad. Por lo tanto, es básico que la persona se encuentre cómoda y a gusto, sin elementos que puedan perturbarle.
La apariencia que va a tener el restaurante no tiene porqué responder a un estilo oriental. Es natural que un establecimiento chino responda a una estética que le es culturalmente propia. De la misma forma, para un restaurante de cocina occidental es adecuado que se dé una imagen que esté de acuerdo con su producto y con su línea. El Feng Shui puede adaptarse a un estilo tradicional, rústico o moderno: no existe un Estilo Feng Shui, y el Feng Shui puede ser invisible.
El Feng Shui, como otras disciplinas orientales que se han puesto de moda, ha sufrido una distorsión y una simplificación sobre lo que realmente es. El auténtico Feng Shui no es superstición, sino una ciencia pragmática, y por esta razón se extendido su aplicación en el mundo de los negocios. J
