Éste es el octavo local de Papizza y, como todos los anteriores, estará gestionado por la propia enseña.
Tanto el establecimiento franquiciado como el propio lucirán la nueva imagen de la marca, orientado a potenciar el concepto de restaurante además del ‘take away’.
El objetivo de esta cadena de pizzerías, de venta por porciones, es finalizar el año con entre 4 y 7 establecimientos más, fijando como áreas prioritarias la costa mediterránea y el suroeste andaluz.