El ganador fue el mejor de los 300 participantes y especialmente de los 10 finalistas que tuvieron que realizar en media hora cinco unidades idénticas ante el jurado, compuesto por maestros panaderos que tuvieron en cuenta la originalidad del bocadillo, la calidad de los ingredientes, la producción en serie y la mezcla de sabores.
El premio ascendió a 5.000 euros además del equipamiento necesario para montar una cocina profesional.