Pero mientras la redacción de RESTAURACIÓN NEWS trabaja para ofrecerles lo más jugoso de la cumbre internacional, permítanme que les cuente algo que me sucedió uno de los días.
Andaba un servidor saludando amigos cuando llegué al stand de una cervecera que allí participaba como patrocinador. He de reconocer que la gente de esa empresa se ha mostrado, desde hace mucho tiempo, especialmente simpática con nuestra redacción, lo que ha propiciado que se creen unos significativos lazos de amistad. En esa coyuntura iniciamos una agradable conversación.
Me interesé por la marcha del negocio y la respuesta no pudo ser más positiva. Pero como uno, además de periodista, es consumidor decidí poner encima de la mesa algunas cuestiones. Me pregunté si el nivel de consumo podía mantenerse estable en el segmento de los bares, cafeterías y cervecerías tras el importante aumento de los precios de los alimentos, las hipotecas, la gasolina, pero, fundamentalmente por el incremento de los precios en la hostelería.
Algunos profesionales parecen creer que la mentalidad y las costumbres impedirán que los ciudadanos de este país dejen de acudir de manera masiva a los bares. Es cierto. Pocas cosas hay más agradables que departir con los amigos delante de una buena cerveza, un buen vino o sencillamente un café, en un lugar de encuentro neutro como es un bar, pero no a cualquier precio. Con un precio de salida de un euro y medio por caña de cerveza como ya se cobra en Madrid, los empresarios de hostelería deben pensar en dar al consumidor mucho valor añadido. No debemos olvidar que el precio de la caña (20 cl.) de cerveza cuesta ya más que un litro de gasolina.
