En ambos casos el encargo por parte del cliente estaba poco definido. Se requería hacer algo vinculado a la comida y en un espacio concreto. Y esta suele ser una pauta que se repite para Guixé: “Los encargos que tengo no son los de realizar una idea de alguien, sino que la mayoría parten de una posibilidad que luego se va configurando con el cliente y que es más un diálogo y un proceso”. De este modo surgió en 2005 Food Facility, en Ámsterdam. Se trata de un original proyecto en el que se venden bebidas, pero en el que la generación de platos está completamente externalizada. Se ofrece la comida de doce restaurantes de take away. El comensal hace su pedido, los camareros llaman a estos restaurantes y cuando la comida llega, se distribuye en la sala de forma apropiada. El interior del local presenta un estilo sencillo, moderno y funcional. En los proyectos con firma Guixé, antes que los materiales están los componentes distintivos, la imagen, como él mismo expone: “Me interesan los elementos de visibilidad de marca o de actitud, con la complicidad de los materiales. Por eso es más importante tener un buen nombre y crear elementos especiales para conseguir buena visibilidad desde el primer día. Los materiales vienen después”.
Menú de caramelos
Para el Guixé los grandes centros comerciales de Tokio son mecas de la modernidad en el diseño de locales de ocio. Allí trabajó él en un novedoso concepto inaugurado en 2007: el Candy restaurant, un espacio para comer caramelos en el edificio Marinouchi. Dispone de una zona central donde el chef crea los platos en los que dispone artísticamente los dulces, y una gran mesa redonda para degustar.
En Italia, creó en 2008 el PFIC (Public Fountain Ice Cube Bar), una fuente de cubitos de hielo que es el centro de un champaing bar y en estos momentos se fragua en Cerdeña el proyecto del MAN. El cliente ha pedido, según Guixé, “rediseñar el bar en forma de un fast food de comida tradicional de la isla, con calidad muy alta”.
Pero este catalán universal ha trabajado para muchos más clientes, aparte de los relacionados con el sector hostelero, desde zapaterías a tiendas de juguetes, por eso sabe que un restaurante tiene sus propias características y problemática. “Todo es bastante complejo, pues hay un contexto territorial, social, mediático… Quizá lo más complicado en un restaurante es la posición del cocinero en relación con la imagen del local, o si no existe esta figura, la de ese algo que lo hace especial. En el caso de que haya un cocinero mediático, el local ha de ser una extensión de su actitud y es difícil trasladarlo, por eso hay tantos restaurantes que copian estándares de Londres, París y Nueva York. Eso es una lástima”. En los caso de locales que carecen de un chef carismático, Guixé opina que lo más adecuado es “focalizar esta falta en un elemento distintivo, que cree una confianza y acercamiento”. Su receta, hacerlo a distintos niveles, desde el mobiliario hasta la marca. (www.guixe.com).
El mundo a sus pies
l Martí Guixé nace en 1964 y se forma en Barcelona y Milán como diseñador industrial y de interiores. En 1994 y coincidiendo con sus estancias como consultor en Seúl (Corea), comienza a fraguar en Berlín una nueva manera de entender la cultura del producto.
l Tres años más tarde empieza a exhibir sus trabajos. Su obra está caracterizada por introducir el diseño en el ámbito de la alimentación y la presentación a través de “performance”.
l Su vida transcurre ahora entre Barcelona y Berlín trabajando para firmas como Camper, Chupa Chups, Alessi, Dentsu, Desigual, Imaginarium, Saporiti Italia, Rome Film Festival, Moleskine y Kesselsdramer, entre otras muchas.
l Fuera del ámbito comercial, ha expuesto en auténticos templos del arte contemporáneo como el MOMA de Nueva York, Mudac (Lausanne), Macba (Barcelona) o el Centro Pompidou (París).
l Su obra está asimismo reflejada en varias publicaciones: Martí Guixé 1:1; Martí Guixé Cook Book; y Martí Guixé Open-End.
l En su haber cuenta con reconocimientos como el Premio Ciutat de Barcelona 1999 y el Premio de Diseño de la Generalitat de Catalunya 2007.
