Así, la compañía realiza un profundo estudio de mercado previo a la búsqueda del establecimiento, con el objetivo de identificar la mejor ubicación, teniendo presentes tanto la capacidad inversora del franquiciado, como las expectativas de la enseña.
El departamento inmobiliario de la enseña se encarga también de gestionar la negociación y el cierre de los contratos de arrendamiento.