En Alemania ha cambiado el color del fondo sobre el que se proyectan los mundialmente conocidos arcos. ¿Qué cuál ha elegido? Pues el verde ¿o es sólo un cambio en la decoración?.
No hay marcha atrás. El desarrollo sostenible se introduce en las políticas de empresa en la restauración y ya posee tres patas, al menos, para aguantarse: la responsabilidad social corporativa, la societaria y la medio ambiental. Hay numerosos grupos de restauración que ya suscriben algunos de esos pilares; pero lo que no cabe duda es que de los acuerdos del G-20 en la capital danesa, algo afectará a los restaurantes. Para empezar, la eficiencia energética. Esperemos no pasar frío en el invierno y calor en verano.
Y mucho nos tememos que en el ‘dossier verde’ empiecen a introducirse aspectos relacionados con la construcción de los establecimientos (en Francia ya existen movimientos como el HQE, o en el mundo sajón el Green Building Challenge), con el aporte nutricional de los productos que se ofertan en la carta (terminaremos hablando de buenas prácticas responsables de la salud), además de las ya conocidas sobre el reciclaje de productos, las campañas anti-tabaco y similares.
De momento, lo importante es que reine el voluntarismo. Si entramos en la dinámica de normas contra discrecionalidad, que muy bien puede pasar, entonces volveremos a cargar de costos de estructura a un sector que, con lo que está cayendo, solo falta que le hagan predicar la sostenibilidad.
