Un logro al que Carlos Boga, director de este complejo de lujo de cinco estrellas, suma otro más. “El hotel Las Arenas ha conseguido recuperar las playas de Las Arenas y la Malvarrosa además de reanimar la vida del barrio del Cabañal” –próximo al establecimiento-, explica.
Méritos que son aún mayores teniendo en cuenta que este hotel ha adquirido su madurez en plena crisis económica nacional e internacional. “Claro que hemos sentido la
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crisis, pero quizá la hemos sentido menos porque sitios como éste hay pocos en la costa española”, afirma Boga en una entrevista con Restauración News.
Emplazado en el antiguo Balneario Las Arenas, este hotel, cuya superficie asciende a los 10.000 metros cuadrados y que necesitó de una inversión de 70 millones de euros para su puesta en marcha, dispone de 253 habitaciones (con dos suites presidenciales y ocho suites mare nostrum), de una piscina de verano y de invierno, spa con circuito termal, gimnasio, un restaurante dentro del hotel y otro en la zona de la piscina con el chef Rafa Morales.
Potencial ruso
Una lista de prestaciones que ha permitido que el hotel mantenga el tipo pese a las turbulencias financieras. Turbulencias contra las que también ha podido luchar gracias al aumento de las pernoctaciones contratadas por los turistas extranjeros.
Aunque según Boga, la mayoría de los visitantes de fuera de España proceden de Alemania, Inglaterra, Francia, Holanda y Estados Unidos, la llegada de los rusos a Las Arenas crece cada año. “El turismo ruso crece de tal forma que, de un año para otro, casi se triplica”.
Si se cumplen las previsiones de Boga, el turismo ruso en Valencia seguirá creciendo debido al vuelo directo que desde este año une Moscú con la capital del Turia.
Pese a que la capital levantina también cuenta con conexiones directas con Ucrania y desde hace tres años, desde mayo a octubre, con Nueva York, Boga es partidario de ampliar las conexiones aéreas entre Valencia y el viejo continente. “En Valencia hacen falta conexiones aéreas con Europa”, asegura este ejecutivo tras su primer trienio viviendo en la ciudad.
Respecto a las conexiones con el resto de España, Boga, de 46 años de edad, asegura que el AVE que une Madrid con Valencia “ha tenido un impacto en el turista madrileño”. Y es que el 80% de la ocupación vacacional nacional que recibe el hotel Las Arenas procede de Madrid.
Aún así, en términos generales, el 70% de la ocupación anual del hotel la protagonizan los clientes internacionales y el 35% los vinculados al mundo empresarial. Una pata que este año, y precisamente debido a la crisis, se ha visto resentida. De ahí que a día de hoy la ocupación en el acumulado del año de Las Arenas esté un 5% por debajo de la que el hotel registraba el año pasado por estas fechas.
“Y eso que este agosto ha sido mejor que el del año pasado y septiembre también está siendo mejor que el de 2011”, puntualiza Boga, quién también se muestra optimista de cara a las semanas que faltan para que termine este ejercicio. “Creo que el segundo semestre de este año va a ser, no sólo mejor que el primero, sino también mejor que el segundo semestre del año pasado”.
La empresa como cliente
Una de las razones por las que Boga augura dicha mejora reside en
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que Las Arenas será el escenario en el que Wolkswagen haga la presentación a nivel mundial de su nuevo Golf. Un acto con el que, durante sus 15 días de duración, habitaciones, pasillos, restaurantes y salones de Las Arenas colgarán el cartel de lleno hasta la bandera.
La presentación del nuevo Golf no es ni mucho menos la primera que recepciona el hotel. En sus seis años de existencia, Las Arenas ha acogido eventos de marcas como Yamaha, BMW o Porsche; desfiles de moda de las colecciones de Francis Montesinos o Aníbal Laguna; convenciones de Philips, Microsoft, Apple, HP, bancos o auditoras como Erns & Young.
Precisamente, con el fin de completar su gama de prestaciones que no sólo ofrece a su cliente vacacional, sino al vinculada con el entorno empresarial, Las Arenas cuenta desde el pasado mes de junio con una barra Mumm (marca de champán del gigante Pernod Ricard), cuya inauguración coincidió con la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 que se celebró hace ahora tres meses en Valencia y que permanece abierta hasta las dos de la madrugada.
Una barra que, al igual que el resto de prestaciones que ofrece Las Arenas, contribuye a que el hotel pueda cumplir su próximo objetivo: terminar el año con el mismo nivel de ingresos y de ocupación que el complejo logró en 2011, y mantener la misma tónica en 2013.
El año que viene podría ser además el momento en el que el Grupo Santos, propietario de Las Arenas y de otros diez hoteles más en España, decidiese empezar las obras de su próximo proyecto: el del Palacio Miramar de Málaga. JGema boiza
