En ambos casos, los establecimientos favoritos son los bares y cafeterías, aunque en días laborables el porcentaje de individuos que dice ir asciende a un 48% frente al 11% que va a restaurantes y un 13% a fast foods; en tanto que el fin de semana, los porcentajes se equilibran: un 39% frecuenta bares y cafeterías, un 28% restaurantes y un 25% locales de comida rápida.
Un alto porcentaje de la población inmigrante realiza el desayuno y la cena en el hogar (76%), comparado con el 16% que lo hace en el trabajo y el 5% en hostelería. Pero el almuerzo en el lugar de trabajo es más común (37%). El 54% lo realiza en casa y el 9% en hostelería.
La investigación también pone de relieve que cada vez es menor el porcentaje de inmigrantes que deja de tomar alimentos de su país cuando llega a España: un 42% en 2007, frente al 50% que se desprendía del mismo estudio publicado en 2004. Y a pesar de mantener sus costumbres, la integración en la comida española es cada vez mayor. Así, un 55% de lo que comen en casa, son platos y alimentos españoles. En 2004 era el 51%. l E.G.G.
