El Grupo La Máquina, compañía de restauración propiedad de la familia Tejedor con 15 establecimientos en Madrid, facturó en 2017 más de 49,8 millones de euros, un 15,8% más que el ejercicio anterior y un 51% más que en 2015.
Desde que abriera su primer restaurante en 1982, el grupo de restauración madrileño ha logrado convertirse en un referente gastronómico en la capital sobre los pilares de la materia prima de calidad, una cocina tradicional bien elaborada y un servicio profesional.
Tras un proceso de expansión que comenzó en el año 2000, el grupo de restauración afrontó el relevo generacional y una evolución en el modelo de negocio hace tres años con la llegada de la segunda generación familiar a la cúpula directiva. De esta forma, Sergio Tejedor sustituyó a su padre Carlos como consejero delegado y presidente de Grupo La Máquina y su hermano Roberto pasó a ejercer de asesor gastronómico. Hace un año Javier Rueda se incorporó a la empresa como director general.
Él ha sido el encargado de presentar los resultados de 2017 a la prensa y de marcar como objetivos para este año una facturación de 56 millones de euros y el lanzamiento a finales de verano de un nuevo concepto de restauración innovador en la calle Ponzano, junto al local de La Máquina Chamberí, y del que sólo ha desvelado que tendrá una superficie de en torno a mil metros cuadrados.
Como principal motivo del aumento de facturación del grupo en los dos últimos ejercicios, Rueda ha señalado a la apertura y remodelación de El Jardín de La Máquina, para devolverle su aspecto original y servir de sede permanente al servicio de eventos del grupo, así como la reforma y reubicación a finales de 2017 del local del Gourmet Experience de El Corte Inglés de la Castellana que pasó a denominarse El Vagón de Castellana. Pero sobre todo el lanzamiento en verano de su gran proyecto LUX en la calle Jorge Juan.
Rueda ha destacado la importancia para el Grupo La Máquina de la apertura de LUX, un ambicioso local en el exclusivo Barrio de Salamanca en el que por primera vez hacen una incursión en gastronomía internacional y cuya apertura dio trabajo a 80 personas para dar servicio a un aforo de 160 comensales en el restaurante y otros 200 en las mesas de la barra.
Aunque el grupo maneja nuevos proyectos, sus responsables reconocen que no planean nuevas aperturas fuera del ámbito de la capital más allá de 2019. Mientras “nos centraremos en mantener el nivel de un grupo de referencia en Madrid que generó en 2017 unos 650 empleos directos e indirectos para dar servicio a casi dos millones de clientes el año pasado y con una media de facturación en sus locales de entre 3 y 4 millones de euros”.