El restaurante Xipe se ubica en pleno Paseo de la Castellana, y es el proyecto del empresario Pablo Chahin que ha contado con el asesoramiento del Grupo Salinas Restauración, y que ha querido enaltecer el nombre de México huyendo de estereotipos.
En Xipe se ofrece cocina fresca y sabrosa, con guiños españoles en algunos de sus platos y margaritas de diferentes sabores Su propuesta gastronómica cuenta con platos como Callos a la madrileña con sus frijoles, la Ensaladilla rusa con crema de chipotle y picos de gallo o el Taco Gobernador de calamares a la madrileña.
Su carta ofrece también barros calientes, como Tamal de marisco y mole rojo, Costilla de cerdo asada, chile de árbol y tuétano o Pulpo zarandeado y crema guacamole.
Y en la sección de postres están la Crema de plátano de Canarias y toffee, Tarta de queso azul de Valdeón y membrillo y la ineludible Tarta tres leches.
Xipe, un restaurante con dos espacios diferenciados y un aire artesanal
El local de Xipe tiene dos zonas claramente diferenciadas. Por un lado, hay un espacio más informal con capacidad para 20 personas, formado por bancadas de obra y mesas bajas, y la barra que da servicio a todo el local.
Después hay otra zona más elevada que es el restaurante más convencional, planteado a partir de una bancada en forma de «L». Ambos espacios quedan separados entre sí, no solo por la propia morfología del local concebido en dos alturas, sino que también se han diseñado dos grandes arcadas enmarcadas por dos jardineras de trigo retroiluminado.
El nombre de Xipe es un homenaje a Xipe Tótex, considerado patrón de los orfebres, y uno de los dioses más más importantes de la época prehispánica relacionado con la agricultura, la orfebrería o el maiz y vinculado con la renovación de la naturaleza en la primavera.
Estas ideas han dado forma al proyecto de interiorismo del establecimiento, que ha sido llevado a cabo por Dichoso Estudio, que ha apostado por una estética contundente que resalta la parte artesanal de la cultura azteca.
De ahí que en su interior prime el barro en forma triangular, usado en el suelo de la primera zona de entrada, o los cementos en color arena para el suelo de la planta alta, así como piedra de canto rodado que reviste las dos arcadas que separan las zonas del restaurante. También los yesos negros en su acabado más natural para revestir paredes donde se ha buscado marcar esa mano artesanal del hombre huyendo de la uniformidad.
Todo ello se mezcla en el restaurante Xipe con el verde de sus cactus. Y, a la vez, con las mesas de madera, las sillas de cuero, los apliques de ratán y también con las lámparas diseñadas a medida a partir de lino natural, multiplicando la sensación de luminosidad.
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