Los consumidores europeos valoran mucho los productos con una Indicación Geográfica Protegida (IGP) porque son garantía de origen, calidad y trazabilidad, lo que se refleja en su disposición a pagar más por productos con esta certificación en determinados mercados del sur de Europa.
Según un estudio de Bord Bia, el 41 % de los consumidores españoles están familiarizados con las IGPs y están dispuestos a pagar más por los productos que la tengan.
Apreciada en todo el mundo, la tradicional carne de vacuno irlandés alimentado con pastos ha recibido ahora el reconocimiento de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Unión Europea.
Con ello se reconoce la experiencia de las granjas familiares irlandesas y el papel de los abundantes pastos irlandeses en la producción de una carne de vacuno excepcional, con un sabor y una textura únicos.
Hay que destacar que Irlanda, fuente fiable de carne de vacuno de primera calidad, exporta más de 500.000 toneladas de vacuno anualmente a más de 60 países. En la actualidad, la mitad del ganado vacuno irlandés de primera calidad cumple los criterios de la IGP.
Los requisitos de la carne de vacuno irlandés alimentado con pastos
El ganado irlandés destinado a «carne de vacuno alimentado con pasto» (con el distintivo de la IGP), debe nacer y criarse en pastos y, luego, ser engordado, sacrificado, refrigerado y despiezado en la isla de Irlanda.
Además, a lo largo de su vida, el ganado debe pasar una media de 220 días al año pastando. Su dieta debe consistir, como mínimo, en un 90 % de pasto. Se trata principalmente de pasto de pastoreo, y en invierno se alimenta de pasto conservado.
Son aptos los novillos macho y hembra de hasta 36 meses con una conformación mejor que O- y una tasa de grasa entre 2+ y 4+. También son aptas las vacas de hasta 120 meses con una conformación mejor que O+ y una tasa de grasa entre 2+ y 5.
La maduración de la carne debe ser de un mínimo de 48 horas o de 72 horas para los cuartos traseros. Debe evaluarse cada animal individualmente para garantizar que cumple la norma de alimentación con pasto.
Las evaluaciones de la carne de vacuno irlandés alimentado con pasto, certificada por la IGP, cumplen las mejores prácticas internacionales y se someten a auditorías rigurosas e independientes conforme a las normas de transformación de Bord Bia (FPS, por sus siglas en inglés) y el sistema de garantía de la calidad de la carne de vacuno y cordero sostenible (SBLAS, por sus siglas en inglés) en las granjas. En conjunto, estas auditorías sirven para lograr el cumplimiento de la IGP.
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