Con cinco locales abiertos, tres restaurantes (La Musa, La Musa Latina y Ojalá), una cafetería (HD) y un espacio de eventos (Espacio Atocha), ahora el nuevo proyecto del grupo se centra en remodelar Ojalá, darle un aire nuevo. Su filosofía, basada en que “la inspiración nos pille comiendo”, ha conseguido que 2.000 clientes diarios acudan a los restaurantes para consumir más de dos millones de tapas desde 1996.
Nuevo Ojalá
Al frente de este vehículo se encuentran Eduardo Basanta y el hostelero toledano Buenaventura del Álamo. Después de buscar nuevas aperturas y no convencerles ningún proyecto, el equipo de La Musa ha decidido reformar uno de sus restaurantes, Ojalá. “Llevamos dos años buscando un nuevo proyecto que nos ilusione y no lo hemos conseguido, hemos ido cogiendo muchas ideas y lo vamos a intentar implantar en el nuevo Ojalá”, asegura Basanta.
Hasta ahora el establecimiento se diferencia por tener una de sus plantas convertida en un comedor de arena pero, “vamos a extender ese concepto a todo el espacio”, el nuevo Ojalá será todo una auténtica playa. “Queremos que sea un local muy informal en el que vamos hacer muchos guiños al mundo del surf ligado al post player (qué comería la gente después de hacer surf o cómo le gustaría encontrase su restaurante o chiringuito)”, comenta Basanta.
Los clientes van a comer de forma divertida y en la carta va a predominar el desayuno hasta las ocho de la tarde convirtiéndose en un brunch más que en un desayuno español. El pan, elaborado en el propio restaurante, y el huevo van a ser los productos estrellas en esos desayunos-comidas-meriendas. Por la tarde-noche la carta estará formada por bocadillos, sándwiches y hamburguesas, entre otros, y todo ello en diferentes ambientes “que vamos a crear dentro de Ojalá”.
“En la planta de abajo playa, y en la planta de arriba vamos a crear un jardín dentro del propio local”. Además, la planta superior va a tener una zona de pin pon en la que se situará una grada, “ la mesa de pin pon se va a montar para jugar en las horas más suaves mientras que en las horas más fuertes esa mesa se descompone en mesitas y hacen de comedor”. La barra será inversa, en forma de U y en el medio una mesa alta en la que los comensales están en medio del servicio, “queremos lograr el ambiente de una cocina en la que la gente se reúne después o durante una fiesta a tomar algo pero que está metida en el meollo de la fiesta”. Por último, la terraza, más parecida a la de un chiringuito de playa que a una terraza de restaurante al uso.
Última innovación en producto
Caracterizado desde sus inicios por la elaboración de tapas, su última innovación es el Makipan, un guiño a la comida japonesa pero hecha de otra manera. “Intentamos que nuestra comida sea siempre sorprendente y divertida y por eso en vez de hacerlo con arroz lo hemos hecho con pan de perrito”. El relleno es muy variado desde ternera, salmón o vegetariano y la técnica es la misma que la japonesa pero cambiando el ingrediente de fuera, “lo cortamos y lo presentamos con su salsa igual que el maki”, añade su portavoz.
Pero, sus platos estrellas siguen siendo los mismos que cuando empezaron en el mundo de la restauración, la bomba, patata rellena de carne con tres salsas, y el jabalí glaseado. Sin embargo, el producto que más factura es la degustación de tapas ya que puedes probar once platos de la carta por quince euros por persona. “Es más divertido, lo presentamos en tres tablas de madera, cuatro entrantes, cuatro platos calientes y tres postres, es una opción buena y económica para venir a cenar”.
Plan de actuación para 2014
Grupo La Musa tiene en mente varios proyectos para llevar a cabo este año o el año que viene. “Hemos barajado expandirnos e irnos a Miami a abrir un restaurante, pero al final lo hemos descartado porque cuando fuimos allí no nos ilusionó y a nosotros nos mueve la ilusión, no que sea un buen o mal negocio”. Sin embargo, lo que sí asegura el responsable es la remodelación de Ojalá, actualizar y perfilar el concepto. Y a finales de 2014 abrir un quinto local, “si no es en 2014 será con toda seguridad en el 2015 porque ya tenemos una idea de lo que queremos hacer pero tiene que concretarse”, concluye Basanta.
El grupo sigue sin franquiciarse porque “me parece que las franquicias acaban siendo locales muy impersonales y es totalmente lo contrario a lo que Grupo La Musa busca en sus establecimientos”, reflexiona el fundador. Por último, Basanta admite que no es muy partidario de la publicidad y descuentos excesivos, “siempre he sido creyente de que realmente lo único que atrae a gente a los locales es lo que sucede dentro de los locales y la mejor publicidad es el boca a boca. Por eso vamos a seguir trabajando como hasta ahora, con ilusión que es lo que nos mueve”. JNazaret Marcos