La cadena de restauración italiana Bresca ha decidido lanzar un modelo más accesible para inversores que quieran formar parte de la marca invirtiendo en locales que ya están en funcionamiento. Para ello, desde la marca se ha ideado un modelo de crowdfunding a través del cual los inversores pueden participar en negocios consolidados con un menor riesgo.
El primer restaurante operativo de la enseña en unirse a este nuevo sistema ha sido el restaurante Bresca ubicado en el municipio ibicenco de Sant Antoni de Portmany. Tras la inyección de capital por parte de varios inversores destacados, el restaurante ubicado en Passeig de ses Fonts continúa deleitando al público de la isla de Ibiza con la auténtica cocina italiana y la mejor pasta fresca en un ambiente moderno y distendido.
Bresca, flexibilidad en la inversión
Víctor del Valle, uno de los inversores que ha decidido apostar por el restaurante Bresca en Sant Antoni de Portmany, declara “captó mi atención la flexibilidad de la inversión con el modelo de crowdfunding, ya que me ha permitido adaptar la inversión a mi presupuesto y no tener que desembolsar grandes cantidades de dinero desde el inicio, teniendo que recurrir a préstamos o financiaciones externas».
Por su parte, sobre los motivos que motivaron al empresario a formar parte de este nuevo formato, añade que “siempre he querido invertir en un proyecto de hostelería y cuando conocí el concepto Bresca descubrí un nuevo mundo respecto a este tipo de negocios. Principalmente por como son los procesos de adquisición, conservación y tratado de la materia prima, y la flexibilidad en cuanto a la contratación de personal, ya que no es necesario personal ampliamente formado y se puede rotar de manera dinámica y fácil en función de la demanda».
El primer caso de éxito de muchos
En un destino tan popular como Ibiza donde existen numerosas opciones de restauración, Bresca ha conseguido consolidar su modelo y hacer frente a la competencia gracias a su excelente servicio, espacio y calidad-precio.
“Para mi este Bresca ofrece tres grandes factores diferenciadores”, apunta Víctor. “Por un lado el precio, el ticket medio hace que cualquier turista de cualquier clase social se pueda permitir comer o cenar en el restaurante incluso más de una vez durante su estancia en la isla. Por otro lado, el diseño de la sala, que hace que el cliente tenga ganas de compartir fotos del lugar y de la comida en redes sociales, lo que hará que más gente conozca el lugar y se anime a probarlo. Y por último, la calidad y rapidez del servicio”.
Este primer caso de éxito en Ibiza ha captado la atención de numerosos inversores, lo que ha llevado a la cadena de restauración italiana a anunciar que repetirá este sistema tanto para locales en funcionamiento, como para aperturas de nuevas ubicaciones.
