Adaptarse a un nuevo puesto de trabajo no siempre es fácil para un empleado. De hecho, según los datos de un estudio de Gallup, el 88% de los encuestados sugirieron que sus empresas no tenían buenos programas de incorporación. Esto provoca que más de un 40% renuncie a su trabajo durante el primer mes y otro 10% abandona antes de su primer aniversario, según otro estudio recogido en la revista Fast Company.
Esta semana hemos hablado de la importancia de la hostelería en la caída de paro de julio y también hemos compartido datos de empleo y vacantes del sector de la restauración durante la campaña del verano 2021. Para redondear estas informaciones, aportamos unos consejos que nos ofrecen desde la UOC para lograr que un empleado empiece con buen pie en un nuevo trabajo.
Un buen plan de incorporación impacta en los objetivos
Es muy importante que las empresas cuenten con un buen plan de incorporación (onboarding) que facilite la adaptación del nuevo personal. Manel Fernández Jaria, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en bienestar laboral, explica que un plan de incorporación es «el proceso de integrar a un nuevo empleado en una empresa y tiene como objetivo familiarizarlo con los aspectos más relevantes de la cultura de la compañía, además de conseguir que tenga las herramientas y la información necesarias para convertirse en un miembro productivo del equipo».
Por otro lado, Ana María Luna, solution manager de UOC Corporate, comenta que la elaboración de un plan de incorporación impacta directamente en los objetivos de la empresa desde la visión de los recursos humanos, porque «consigue que el nuevo empleado se sienta acompañado y aumente su nivel de compromiso«, desde la visión de la empresa, porque «acorta el tiempo de adaptación a la compañía», y desde la visión del empleado, «porque se siente parte de la compañía desde el principio».
Consejos para la incorporación de un empleado en un nuevo trabajo
- El contexto. Conocer el momento en el que se encuentra la empresa y si desarrolla este tipo de iniciativas, realizar un análisis sobre el programa que se lleva a cabo, si lo hay, e investigar y preguntar a personas que se hayan incorporado recientemente, así como al equipo de recursos humanos o a mánager que hayan incorporado personal últimamente. De esta manera sabremos lo que funciona y lo que no.
- La historia. Definir las acciones que recojan los momentos clave de la incorporación de un nuevo empleado, desde su preincorporación hasta los primeros seis meses. Se trata de detallar estas acciones y ordenarlas temporalmente, con coherencia, para asegurar que el nuevo empleado se siente acompañado durante su incorporación, se adapta al equipo y adquiere los conocimientos, las habilidades y las competencias básicas para desempeñar su trabajo de forma eficaz.
- Los actores. Determinar los papeles y las funciones dentro del programa. Es recomendable incluir a la persona responsable directa, al equipo de recursos humanos y a un compañero o una compañera que le haga sentir como en casa y que le contará las reglas no escritas. Es lo que se conoce como buddy.
- El escenario. Decidir los recursos y las herramientas multimedia que se quieren utilizar.
- La puesta en escena. Revisar que el plan tiene un sentido pedagógico y está alineado con los retos estratégicos de la compañía. Si es así, conviene darlo a conocer mediante un buen plan de comunicación utilizando recursos tecnológicos como la plataforma, la intranet o chats de empresa. Las tareas y los tiempos deben estar bien coordinados.
- El resultado final. Las respuestas (el feedback) del nuevo empleado son cruciales y se pueden conseguir mediante reuniones cortas o conversaciones informales por correo electrónico. Estos comentarios permiten valorar el programa de incorporación en su conjunto y actuar en consecuencia.