Por Ana I. García.
Cuando uno habla de El Telégrafo –Grupo Oter– de lo que se está hablando es de un restaurante especialmente indicado para todos aquellos que buscan sentirse cerca del mar dentro de la capital.
El establecimiento, con más de 25 años de andadura, y cuyo diseño e interiorismo marinero transporta al interior de un lujoso barco de vapor, presenta una cocina de mercado de corte tradicional con especial atención al pescado y marisco.
De todo ello y algún aspecto más hemos hablado con Gerardo Oter (hijo), que actualmente es la persona encargada de dirigir todo el grupo que lleva por nombre el apellido familiar. Así, Gerardo Oter nos cuenta que en estos 25 años de andadura “Nuestro restaurante ha ido evolucionando hacia una cocina más fresca, donde el protagonismo del producto es más puro, evitando las salsas que, antes, ocultaban el sabor natural del género con el que trabajamos”.
Pero no sólo ha sido su cocina lo que se ha transformado, evolucionando con el paso del tiempo, sino que “En relación con la transformación del mercado y la clientela, hemos percibido un rejuvenecimiento del cliente. El público más joven está más deseoso de disfrutar pescados y mariscos que antes no eran tan partidarios de probar. Del mismo modo, podemos observar cómo los clientes extranjeros ahora son fieles y habituales y, hace algunos años, era extraño que alguien de fuera comiese percebes o nécoras”, dice el directivo.
El Telégrafo, especialistas en pescado y marisco en Madrid
Actualmente, desde El Telégrafo reconocen que el tipo de cliente que lo visita es amplio. Un cliente que, afirma Gerardo Oter “va desde 25 hasta 99 años. En nuestro restaurante puedes encontrar desde familias y amigos que disfrutan de nuestra propuesta los fines de semana hasta las reuniones de empresas o parejas que acuden entre semana”.
Todo ello para disfrutar de un valor diferencial asentado en el mimo con el que los responsables del establecimiento tratan al producto. “Siempre intentamos conseguir el mejor género de todas las lonjas de España para ofrecer la máxima frescura y calidad a nuestros clientes” explica Gerardo Oter que, añade, “Nuestra carta está en constante transformación. Normalmente, en cada estación hacemos un cambio, no obstante, todos los días incorporamos nuevos platos como sugerencias con productos que son de temporada. Bien es cierto que hay platos que perduran desde nuestros inicios, y que precisamente no son pescado, como los sesitos de cordero de lechal rebozados con una clientela muy fiel desde hace 25 años que lleva en la carta”.
Así pues, El Telégrafo es uno de los grandes especialistas en pescado y marisco de Madrid. Una cualidad de la que su responsable no podría afirmar si “se considera una ventaja o no, pero, somos conscientes de que es un producto muy caro, escaso y perecedero, por eso, a la hora de trabajarlo requiere mucho cuidado porque en cuestión de uno o dos días, el género ya no es útil y hace que la gestión sea más complicada”.
Pasado, presente, futuro…
Cuando uno habla con un restaurador hay temas que no puede dejar pasar, como por ejemplo cómo le ha afectado la época más dura de la pandemia de Covid-19 de la que aún no nos hemos despedido por completo y de la que Gerardo Oter afirma que “Como a todos los hosteleros, la pandemia también nos influyó, tuvimos que cerrar y adaptarnos a las circunstancias de ese momento. Sin embargo, como contábamos con dos terrazas, conseguimos lidiar con la situación de una manera bastante satisfactoria”.
Pero una afirmación a la que el empresario le añade que “A pesar de las situaciones que estamos viviendo actualmente, miramos el futuro con optimismo. Hemos observado como el público vuelve a demandar la cocina tradicional, de producto, valorando de forma positiva el servicio de mesa, algo que nosotros llevamos haciendo mucho tiempo y siempre intentando mejorarlo cada día”.
Eso sí, de cara al futuro Gerardo Oter reconoce que “durante este final de año, y posiblemente el siguiente, la evolución será complicada, pero si es cierto que el cliente que disfrute del pescado y marisco, no dudará en salir a comer”.