El último informe de la consultora de restauración Nextbite ha señalado que un 43% de la muestra analizada pide comida a domicilio una vez al mes, y un 23% lo hace semanalmente.
En cuanto al tipo de consumidor, destaca que los millenials son la generación que más solicita delivery. El estudio señala que un 71% pide comida para llevar cada semana, y que el 40% de las comandas mensuales las realizan consumidores mayores de 40 años.
No cabe duda de que el servicio a domicilio sigue ganando importancia dentro del sector de la restauración y, para que se lleve a cabo de forma correcta, debe siempre acompañarse de un sistema optimizado de gestión de los canales de delivery.
Optimizar el delivery para asegurar una alta velocidad de reparto
Según Nextbite, uno de los requisitos principales por parte de los consumidores es la velocidad de reparto, ya que el 77% lo considera clave a la hora de escoger el restaurante para pedir.
Para ello, la implementación de un software como el de Last.app juega un papel esencial, ya permite simplificar el envío, mejorar la eficiencia y el margen de error, y por lo consiguiente, aumentar los ingresos. Mediante este sistema, ambos, restaurantes y clientes se benefician.
Además, hay que tener en cuenta que el estudio también señala que los pedidos de entrega a domicilio tienen una cesta mayor que los pedidos presencialmente en el establecimiento.
En este contexto, la distribución del pedido se puede dar de dos formas: interna desde el mismo negocio de restauración, o bien externamente con la contratación de una empresa especializada en logística.
Delivery interno: centralización de la gestión de las comandas
Los locales que disponen de servicio de entregas propio disponen del beneficio de controlar todo el proceso, reduciendo así los intermediarios y consiguiendo gestionar la distribución completa, tanto el envío como la entrega.
Las ventajas derivadas de un delivery propio también repercuten a nivel financiero. Dado que el negocio es interno, así lo son también los ingresos y estos restaurantes se ahorran el pagar las comisiones y los intermediarios.
Aun así no hay que pasar por alto este modelo comporta una serie de desventajas derivadas de gestionar las entregas ellos mismos. «Se necesita un sistema de pedidos y pago online a desarrollar, la compra o alquiler de vehículos para el reparto-a los que cabe sumarles el gasto que generan- y un equipo de repartidores», explican desde el equipo de Last.app.
Delivery externo: descentralización y visibilidad en las plataformas de reparto
Son muchos los negocios de restauración que optan por externalizar el servicio de entregas con empresas como Glovo, Uber Eats o Just Eat.
Estas plataformas disponen de unos clientes que acostumbran a recurrir a sus servicios y, de esta manera, el restaurante gana visibilidad en ese escaparate digital y con la opción de pagar telemáticamente.
Además, este sistema puede ser muy práctico para expandir el negocio, ya que las plataformas ya tienen a su público y clientes fieles. No obstante, como inconveniente principal está que el restaurante no ejerce el control total sobre todo su proceso de actividad y deriva el servicio de entrega a otro negocio.
Debido a esto, el establecimiento debe de pagar altas comisiones a terceros. En este caso, al contratar un servicio de entrega externo puede conllevar una pérdida de contacto con el consumidor.
Actualmente, existen diversas maneras de gestionar el delivery, y lo que queda claro es que este servicio seguirá ganando terreno en el mercado. Tanto es así que The NPD Group pronostica un aumento anual del 17% en las ventas de entrega hasta el año 2025. Un crecimiento que está altamente favorecido por las tecnologías desarrolladas y su aplicabilidad en el sector para analizar y calcular los costes, la inversión y las oportunidades que puede ofrecer cada uno de los servicios de entrega para que resulte el más adecuado a tu empresa; y así conseguir los objetivos marcados.
