Desde talentchef, consultora líder en la creación y desarrollo de conceptos gastronómicos para grandes cadenas hoteleras como Ritz Carlton, Marriot International o Hard Rock Hotels, llevamos muchos años dedicándonos al sector F&B.
Por este motivo, podemos afirmar que los servicios de alimentos y bebidas se han convertido desde hace apenas unos años en una parte integral de la experiencia de los huéspedes de un hotel.
El F&B del hotel: un área más de ganancias
Atrás quedaron los días en que los restaurantes de los hoteles eran líderes en pérdidas, y atendían solamente a las necesidades de los huéspedes internos. Hoy en día el F&B se ha convertido en un área de ganancias, con enfoques proactivos e innovadores que impulsan su éxito.
La gran diferencia entre una gran experiencia y una mediocre radica en crear un ambiente cálido y acogedor para los invitados. Para ello, es muy importante anticipar las necesidades de tus huéspedes e ir más allá, asegurándote de que tengan una experiencia positiva.

Entre otros factores, la clave del éxito radica en las personas, que son las que consiguen que tus invitados se sientan las personas más importantes del mundo. Ningún huésped de un hotel o restaurante quiere sentirse como si fuera uno más.
En muchas ocasiones no hace falta grandes inversiones y con simples detalles personales puedes conseguirlo. Recordando su nombre o su bebida favorita cuando visiten tu negocio, registrando sus preferencias en su base de datos para poder darles una mesa, que les atienda un camarero determinado o una ubicación concreta sin tener que preguntar.
Ofrecer al huésped momentos únicos durante su estancia
Otro factor vital para que los outlets de F&B de un hotel sean exitosos y puedan competir con sus homólogos que no están ubicados en un hotel, es que estén gestionados por un equipo profesional en cada una de las áreas que inciden directamente en el negocio: marketing, RRHH, compras, comunicación, etc.
En la actualidad, los huéspedes de un hotel esperan algo más que un lugar para descansar, quieren momentos intrigantes e instagrameables que se extiendan a la mesa del comedor, los espacios comunitarios y la experiencia en general. Los hoteles reconocen el poder F&B para crear y consolidar su identidad de marca, mejorar la satisfacción de los huéspedes e impulsar la rentabilidad del negocio.

Prestar atención al desayuno
Uno de los servicios a los que no se le da la debida importancia y es crítico durante la estancia de nuestros clientes es el desayuno. Las ofertas de desayuno de calidad mejoran la experiencia de los huéspedes al brindarles experiencias culinarias únicas.
Los hoteles que van más allá del desayuno tradicional y ofrecen menús creativos elaborados por chefs, ingredientes de origen local y diversas influencias culturales crean una impresión duradera en los huéspedes. Estas experiencias añaden un elemento de emoción y deleite, haciendo que la estancia en general sea más placentera y memorable.
Apostar por ofrecer sabores locales y auténticos
Con un número cada vez mayor de huéspedes con preferencias o restricciones dietéticas específicas, ofrecer opciones que incluyen opciones veganas, sin gluten o aptas para alérgenos, es, sin duda, un aspecto fundamental para lograr la excelencia.
Aquellos hoteles que incorporan sabores locales, especialidades regionales o menús de desayuno con una inspiración cultural, crean una sensación de autenticidad. Al resaltar los ingredientes locales y las tradiciones culinarias, los hoteles pueden conectar a los huéspedes con la cultura y el patrimonio del destino.
Esta conexión mejora la experiencia del huésped y proporciona una razón convincente para que los viajeros elijan un hotel que ofrezca un sabor genuino de la cocina local.

Otra tendencia creciente en la construcción de la experiencia del cliente en el sector, es ampliar su segmento de público objetivo, para atender no sólo a los huéspedes del hotel, sino también a la comunidad local en general.
Los hoteles lifestyle, han transformado con éxito áreas públicas en espacios comunitarios. Al crear vibrantes conceptos de noche, cafeterías, espacios de trabajo comunitarios y atractivos patios y bares en las azoteas, estos establecimientos atraen tanto a los huéspedes del hotel como a los lugareños, fomentando un sentido de comunidad y mejorando la reputación de la marca del hotel.
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