El mundo de los pasteles de nata evoluciona constantemente y surgen nuevas tendencias. Por eso, para sus nuevos Pasteles de Fresa Crujiente y Trueno de Chocolate, los maestros pasteleros de Erlenbacher, en vez de nata, utilizan cremas veganas caseras que se aplican en diferentes capas.
En Alemania, los pasteles de nata se consideran un producto premium y de gran artesanía… Pero el universo de los pasteles es muy variado y sorprendente. A menudo, lo que hace que un pastel se considere bueno en Alemania no es tan importante desde una perspectiva internacional.
A nivel internacional, la nata no es necesariamente el producto preferido. Más bien, las texturas cremosas, la altura del producto, muchas capas y aspectos visuales interesantes es lo que más llama la atención. La estabilidad también es importante, especialmente en el caso de las porciones individuales: al fin y al cabo, un aspecto atractivo y duradero garantiza más ventas.
Aquí entran en escena los nuevos Pasteles de Fresa Crujiente y Trueno de Chocolate. Para estos pasteles precortados, en lugar de nata, se utilizan cremas vegetales de elaboración propia que se aplican en varias capas.
Erlenbacher apuesta por cremas veganas más homogéneas y estables
Estas cremas son especialmente homogéneas y, por lo tanto, permiten que la forma de las tartas se mantenga inalterable durante mucho tiempo. Ambas tartas juegan con diferentes texturas, presentan una decoración muy elaborada y son crujientes, cremosas y especialmente altas. Una combinación que hace la boca agua con solo verlas.
El Pastel Trueno de Chocolate se presenta como una tarta sin cobertura (Naked Cake), que permite ver el relleno a primera vista. Las llamativas cremas claras y de chocolate se funden encima de las jugosas bases de brownie, mientras que unas crujientes lentillas de chocolate añaden un toque de contraste. Y para el toque final, se vierte chocolate puro por el borde. ¡Esta creación provocará un torbellino de entusiasmo en el mostrador de los postres!
En el Pastel de Fresa Crujiente se rellenan dos esponjosas bases de muffin con una capa crujiente. Por encima va una deliciosa crema de fresa y una cobertura de chocolate blanco. Como colofón, unos trocitos de muffin Red Velvet que le dan un toque muy especial.
