Sergi de Meià es el cofundador del movimiento Slow Food Km0 en Cataluña, que ahora ha trasladado al barrio de Galvany, en Barcelona, gracias a su nuevo restaurante, que lleva el nombre del propio cocinero: Sergi de Meià. El chef es un auténtico defensor de la cocina “desacomplejadamente catalana” basada en recetarios clásicos.

El nuevo restaurante se encuentra en la calle Laforja, 83, y duplica el espacio que el chef tuvo en su emplazamiento anterior de la calle Aribau. Este local es capaz de acoger hasta 75 comensales, divididos en tres zonas. Además, cuenta con una barra en la cocina para 4 clientes en la que se ofrece una propuesta más directa.
Dispone de un reservado con capacidad para 16 personas y conectividad para todo tipo de presentaciones y reuniones de empresa. Un espacio con mayor comodidad y un sinfín de posibilidad.
De la tierra a la mesa, la esencia de Sergi de Meià
En cuanto a la oferta gastronómica, esta seguirá manteniendo la esencia del chef Sergi de Meià, quien quiere llevar la tierra a la mesa. Su carta se basa en la estacionalidad y consta de productos que forman parte del ADN culinario del chef, como la caza, las verduras o la fruta.

En esta nueva aventura el chef cuenta con Pau Olivés como jefe de cocina del restaurante. Algunos de los platos más destacables son la tripa de bacalao con pichones del Bages y grano de trigo sarraceno, las espinacas a la catalana con pie de cerdo crujiente o las albóndigas de marisco con salsas de chocolate.
Entre los dulces, llama la atención el financier de avellana tostada con crema diplomática, hinojo confitado y helado de aceite de oliva de Boada.
Una cocina slow food basada en el Km0
La gran parte de los productos que nutren la despensa del restaurante tienen su origen en Vilanova de Meià y sus alrededores en La Noguera, continuando así con la apuesta por productos locales, a menos de 120 km del restaurante.

Por ejemplo, la trufa, el azafrán, la sal, las harinas y legumbres, así como toda la producción que se haga en el Instituto Catalán de la Cocina. En cuanto a la bodega, el 90% de los vinos son catalanes, y la mayoría de ellos son de altura, del Pallars y La Noguera (DO Costers del Segre).
El comensal que visite el proyecto del chef De Meià podrá elegir entre una carta con un ticket medio de 50€, dos menús degustación de 50€ y 65€, o un menú de mediodía entre semana a 37€.